Nº 71 - Enero / Marzo 2017
En realidad cualquier elemento puede ser una
excusa para pasar tiempo con los más pequeños, que
estos desarrollen su imaginación y que comprendan
la importancia de conocer y respetar una serie de
límites.
Medios digitales
Álvaro Bilbao, doctor en Psicología, neuropsi-
cólogo y padre de tres niños, no se cansa de repetir
en su magnífico libro “El cerebro del niño explicado
a los padres”, de donde han sido extraídas las citas
de los entresacados del presente artículo, que evitar
el contacto de los niños menores de seis años con
pantallas es la primera estrategia para proteger el
desarrollo normal de su atención y el desarrollo de
su cerebro. Pese a ello, y aunque probablemente y
de acuerdo a lo indicado por Álvaro Bilbao no
deberían ser considerados recursos didácticos, también
cabe señalar que existen aplicaciones orientadas a la
educación vial.
Siempre con moderación y con supervisión de
un adulto, el visionado de audiovisuales o la utiliza-
ción de aplicaciones permite reforzar algunos aspectos
relacionados con la seguridad vial. Estos contenidos
deberán ser cortos y concretos. Si se toma esta opción,
tras ver una película de dibujos animados sobre seguri-
dad vial o contenidos de estas características, el adulto
debe incidir en aquellos aspectos más importantes y
reforzar las conductas positivas observadas en el vídeo.
El mejor recurso
Los niños adoptan actitudes, comportamientos
y hábitos, principalmente, por imitación. Así que
podemos invertir todo el tiempo del mundo en activi-
dades de educación vial para los más pequeños, pero
si nuestro comportamiento al salir a la calle o al montar
en el coche no es el adecuado todo el trabajo previo
caerá en saco roto.
Refuerza sus conductas positivas con tu recono-
cimiento y jamás olvides que eres un ejemplo para
tus hijos. El mejor recurso eres tú.
C
Cualquier juego, desde colorear viñetas hasta impro-
visar un circuito, puede servir para transmitir valores
en seguridad vial. Fuente: D.G.T.
“No te preocupes si tus hijos no te escuchan…
te observan todo el día” (Madre Teresa de
Calcuta)