Nº 70 - Octubre / Diciembre 2016
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Implicados en la seguridad vial
Es una realidad que los accidentes de tráfico se han incrementado en España de forma preocu-
pante en los últimos meses. Ello nos debe mover a una profunda reflexión, pues no sólo nos
jugamos muertos y heridos en términos humanos, auténticas tragedias, sino que también supone
una sangría económica. Entre las causas de este repunte de la siniestralidad vial se suelen citar
la recuperación económica, una deficiente conservación de nuestras carreteras, la creciente antigüe-
dad media de nuestro parque móvil y el incremento de las distracciones al volante
debido,principalmente,al uso indebido de los teléfonos móviles y los navegadores. No podemos
olvidar que el factor humano está detrás de la mayoría de estos siniestros
Hoy
escribe...
Rafael Fernández-Chillón
Director general del Comisariado
Europeo del Automóvil, CEA
Pero ¿qué nos llevó de estar en el pelotón de los torpes en los años 80 y 90, a ser ejemplo
modélico no sólo a nivel europeo, sino mundial en el éxito en la reducción de los accidentes de
tráfico? Creo sinceramente que fue una labor de todos, de toda la sociedad española, desde las
administraciones públicas, a los legisladores, pasando por los propios conductores o las víctimas de
los accidentes de tráfico. Se aprobaron muy importantes leyes, por unanimidad y consenso de todos
los grupos parlamentarios del Congreso -la seguridad vial no tiene ideología- que dieron grandes
resultados como el carné por puntos o la tipificación como delito penal de la alcoholemia y los
grandes excesos de velocidad.
¿Y qué estamos haciendo mal ahora? Tal vez sea el momento, ante este cambio de tendencia,
de pararse a reflexionar y ver qué nuevas modificaciones normativas deben adoptarse. Aunque sin
duda no podemos obviar que la atípica situación en la que nos encontramos, con casi un año sin
actividad parlamentaria, o la ausencia de nombramiento de un nuevo responsable en la DGT no
ayuden en nada. Pero para nuestra tranquilidad es importante conocer que la DGT es un organismo
moderno y modélico, dotado de grandes profesionales, que sigue funcionando con toda normali-
dad pese a la ausencia de un director general al frente. ¿No sería el momento, por ejemplo, de
revisar el modelo del carné por puntos, ahora que se acaban de cumplir diez años desde su puesta
en marcha?, ¿no necesitamos los conductores reciclarnos y conocer mejor las nuevas tecnologías
que embarcan nuestros vehículos?
¿Y qué podemos hacer las empresas en esta situación? No podemos olvidar que la Ley de
Prevención de Riesgos Laborales establece que tenemos la obligación de evaluar, informar y formar
a los trabajadores de los riesgos laborales, así como tomar las medidas preventivas para minimizar
el riesgo de accidentes. Implantar un sistema eficaz de gestión de la seguridad vial, basado en el
modelo de la norma ISO 39001, es la mejor opción en este momento, si de verdad tenemos un
compromiso firme con la reducción de los accidentes laborales viales, tanto los que se producen
en misión como los que se producen en itínere. Me satisface y debo decir que en CEA estamos muy
implicados. Ya en algunos países se está hablando de la obligatoriedad de obtener esta certificación
para las empresas propietarias de flotas de vehículos. Y en algunos concursos, se empieza a pedir
como requisito para optar a contratos de proveedor de transporte; ello sin contar el ahorro de costes
y la mejora de la responsabilidad social corporativa. Por ello, si esta es la situación ¿a qué estamos
esperando para lucir nuestro certificado ISO 39001?.