Cómo actuar si nuestro vehículo se avería circulando por carretera

27 de diciembre de 2023

La experiencia de sufrir una avería en nuestro vehículo, cuando nos encontramos circulando por carretera, puede convertirse en estresante e incluso peligrosa, dependiendo de las circunstancias que la rodeen. Conocer las medidas a adoptar si eso nos ocurre podrá ayudarnos a tratar de minimizar el riesgo de sufrir un accidente y a gestionar de la manera más eficaz la resolución del problema, solicitando la ayuda de los servicios de asistencia en carretera.

El correcto mantenimiento de nuestro vehículo reducirá la probabilidad de que una avería nos sorprenda y garantizará una mejor experiencia de conducción, así como una mayor vida de nuestro vehículo. Vamos a asumir que ya estamos pendientes de nuestro coche, que respetamos los intervalos y las operaciones de mantenimiento que nos recomienda su fabricante y que periódicamente revisamos la presión y el estado de nuestros neumáticos y los niveles de líquidos.

A pesar de ello, no estamos libres de que algún sistema del vehículo se averíe o uno de nuestros neumáticos se pinche, al circular sobre algún objeto punzante, en el momento más inoportuno. Afortunadamente los vehículos modernos disponen de numerosos sistemas de autodiagnóstico que nos avisan, mediante un mensaje en el ordenador de a bordo o con una luz en el tablero o cuadro de instrumentos, de que algo no va bien en nuestro vehículo antes de que la avería lo inmovilice.

Si una luz se enciende en el cuadro de instrumentos es probable que no conozcamos su significado. Ya sabemos que en el manual del vehículo viene explicado el significado de todos estos mensajes y luces de advertencia, pero también es comprensible que no recordemos todo lo que pone en el manual o incluso que no lo hayamos leído, o al menos no en detalle. No pasa nada, mantengamos la calma, pero si una luz se enciende en el cuadro de instrumentos no podemos ignorarla. Es momento de buscar una salida a un área de descanso, o mejor aún a un área de servicio o gasolinera, en la que detenernos a consultar el manual. Lo que todavía es un problema menor, podría acabar convirtiéndose en una gran avería o en un serio accidente si continuamos circulando.

La avería se produce cuando menos lo esperamos, pero muchas avisan antes

Algunas señales podrían indicarnos problemas que podremos resolver nosotros mismos, aunque sea transitoriamente, hasta que podamos llevar el vehículo a un taller, por ejemplo comprando algún producto en la gasolinera y rellenando el nivel, bien sea de aceite de motor, líquido refrigerante, lavaparabrisas, incluso de combustible o Adblue (en vehículos diésel con catalizador SCR). También podría tratarse de alguna bombilla fundida, una puerta mal cerrada o el aviso de un neumático bajo de presión.

Por su relevancia para la seguridad nos detendremos en este último. Todos los vehículos con menos de 9 años de antigüedad disponen de sistema TPMS, que monitoriza la presión de los neumáticos y nos avisa cuando alguno de ellos ha perdido presión. Que aparezca un mensaje o señal indicando baja presión en los neumáticos no siempre implica que hayamos pinchado uno de ellos. En ocasiones es solo una diferencia de presión con el resto, que se soluciona revisando la presión en todas las ruedas y añadiendo aire a las necesarias. Pero eso no lo podemos saber cuando la luz se enciende, por ello, debemos de buscar rápidamente una salida o una explanada al margen de la carretera, es decir, un lugar seguro en el que detener nuestro vehículo para comprobar el estado de los neumáticos, aunque sólo sea visualmente (algunos coches también ofrecen la presión de cada neumático en su ordenador de a bordo). Si un neumático ha sufrido un corte importante en unos segundos habrá perdido completamente la presión y circular en ese estado podría ocasionar un grave riesgo de accidente. Si nuestro coche nos indica la presión en cada rueda y ninguna está alarmantemente baja, o si visualmente no apreciamos que algún neumático esté muy bajo de presión, ni escuchamos salir el aire, podemos continuar circulando con precaución hasta el área de servicio más próxima y allí ajustar la presión correcta en todas las ruedas. La mayoría de las veces se trata de una falsa alarma, y la señal solo indicaba una pequeña diferencia de presión de un neumático con el resto, lo que puede hacer que nos confiemos y en lo sucesivo no demos importancia a esta advertencia, pero en ocasiones se trata de un verdadero pinchazo o un corte importante en el neumático y esta señal nos avisa mucho antes de que nos demos cuenta a través de las sensaciones que la conducción del vehículo nos pueda transmitir, con lo que disponemos de más tiempo para buscar una salida segura fuera de la calzada.

Mantengamos la calma y busquemos una salida segura

Cuando la aparición de una señal de avería (o sin ella) vaya unida a una sensación de pérdida de potencia del vehículo, tenemos claro que el mismo está experimentando una avería. En ocasiones, a partir de ese momento, solo dispondremos de la inercia del vehículo para seguir avanzando unos metros, que pueden ser varios cientos, hasta que se detenga por completo. Es importante mantener la calma, agarrar el volante con firmeza, encender las luces de emergencia de inmediato, para alertar a otros conductores de que tenemos un problema y mirar al frente buscando una salida o, al menos, el mejor lugar posible para detener nuestro vehículo, fuera de los carriles de circulación. Si el vehículo puede avanzar impulsado por su motor, aunque sea a menor velocidad, lo mejor es sacarlo fuera de la vía principal. Si no podemos avanzar más y el vehículo se va a detener en la vía por la que íbamos circulando, debemos arrimarnos a la derecha tanto como podamos, sacándolo a la cuneta si fuera posible, y no llegando a sobrepasar un cambio de rasante, o adentrarnos en el desarrollo de una curva si vemos que el coche ya se está deteniendo, es decir, evitando parar en lugares de reducida visibilidad.

A partir de ese momento debemos actuar con calma, pero con diligencia. Dependiendo de cuánto invada nuestro vehículo el carril o el arcén derecho, por imposibilidad física de haberlo sacado fuera de la vía, deberemos darnos más prisa en colocar la señal V16 sobre el techo del vehículo, si disponemos de la misma, colocarnos los chalecos todos los ocupantes del vehículo y salir del coche por las puertas o las ventanillas del lado derecho (si hubiéramos detenido nuestro coche pegado a algún vallado, por la reducida dimensión del arcén derecho).

Fuente: HelpFlash

En caso de no disponer de la señal luminosa V16 tendremos que colocar los triángulos de señalización de peligro. Cuando todos los ocupantes del vehículo se encuentren ya fuera del mismo y fuera de la calzada, al otro lado de las barreras de seguridad, si las hubiera, o sobre el terreno próximo a la plataforma asfaltada, y caminando siempre por fuera de la calzada, posicionaremos un triángulo a unos 50 pasos por detrás de nuestro vehículo (a 50 metros dice la norma) para procurar que el triángulo sea visto desde al menos 100 metros de distancia. Si la visibilidad fuera menor, por curva o cambio de rasante, colocaremos el triángulo más alejado del vehículo, a más de 50 metros del mismo, para que los conductores que se aproximen lo puedan ver antes.

En cualquier caso, no debemos deambular por la plataforma asfaltada, donde el riesgo de atropello es muy elevado (como desgraciadamente evidencian, cada año, las cifras de accidentes).

El riesgo de todas estas acciones que estamos comentando se multiplica en horario nocturno, con niebla o lluvia fuerte, por lo que la importancia del uso del alumbrado de emergencia, los chalecos reflectantes, y que todas las personas permanezcan en todo momento fuera de la calzada, resulta todavía mayor. En casos extremos, en los que no resulte posible salir del vehículo con seguridad, será mejor permanecer dentro del mismo con el cinturón de seguridad abrochado.
Cuando la avería se hubiera producido en una vía de doble sentido deberemos de colocar un segundo triángulo de señalización, delante del vehículo, a la misma distancia que el anterior.

Cuando ya estemos a salvo, avisemos a los servicios de asistencia en carretera

Una vez que hayas protegido la zona llama por teléfono al servicio de asistencia en carretera que tengas contratado, o a tu compañía de seguros, para que te envíen un vehículo de asistencia al punto en el que te encuentras. Resulta de gran utilidad haber memorizado estos números de teléfono en tu móvil o tener instalada la App de asistencia en carretera, cuando te ofrezcan esa posibilidad. Con ella, además de poder describir tu avería, tendrás la posibilidad de enviar tu posición exacta y agilizar así el tiempo hasta que seas atendido.

Si no eres tú quien ha sufrido una avería, pero observas que otro conductor está en apuros en la carretera, no dudes en llamar al teléfono de emergencia 112 para informar sobre la situación. Con ello puedes ayudar a evitar un accidente. No es recomendable que otras personas se detengan en la carretera a auxiliarte, o que tú lo hagas, si ves un vehículo averiado y correctamente señalizado. Resulta mucho más seguro seguir las anteriores indicaciones y esperar la llegada de un profesional, con un vehículo de asistencia, permaneciendo fuera de la calzada.