El seguro del automóvil y el futuro de la movilidad
El pasado marzo, el parque automovilístico asegurado español superó los 33 millones de unidades. Tres años antes, en marzo de 2020 había rebasado los 32 millones y en algún momento del primer trimestre de 2018 traspasó los 31 millones de vehículos. Cuando observamos cómo el parque asegurado español va traspasando umbrales millonarios, descubrimos que, por así decirlo, cada vez le “cuesta más” alcanzar una nueva marca.
Esta es, de hecho, la característica fundamental del seguro del automóvil en España: un crecimiento del parque móvil que ralentizado. Esta evolución se traduce en un pulso cada vez más exigente entre las aseguradoras.
La competencia creciente del seguro del automóvil español tiene un ganador muy claro: el cliente. El cliente del seguro del automóvil recibe cada vez una mejor atención (porque no toda competitividad reside en el precio) a un coste más razonable. El seguro español del automóvil se ha convertido hoy por hoy en una gran plataforma de servicios que, a cambio de apenas un 13% del presupuesto total dedicado a movilidad personal por las familias, repara 4,9 millones de vehículos al año y atiende al cuarto de millón de personas que, cada año, son víctimas de los accidentes de tráfico y, como consecuencia, demandan una atención médica y una reparación económica.
La estrategia de mejora y ampliación del servicio a los clientes se ha simultaneado con un proceso constante de optimización de la eficiencia interna. En los últimos 20 años, que como digo han sido testigos de una mejora exponencial en la capacidad de servicio de las aseguradoras del automóvil, la prima media por vehículo asegurado ha caído un 17% en términos nominales. Un efecto que también confirman cifras oficiales como el Índice de Precios al Consumo, que ya apuntaba a una evolución del seguro del automóvil más moderada que la marcha general de los precios antes de que éstos comenzasen a incrementarse hace ahora un año y que, desde luego, hoy por hoy se consolidado como un producto claramente deflacionista.
El seguro del automóvil es, en definitiva, una industria que se reinventa constantemente. Un sector que busca siempre la forma más adecuada y eficaz de dar servicio a sus clientes, tal y como atestigua, en el momento presente, la creciente presencia de los contratos de seguro de vehículos con motorización alternativa, que también se caracterizan por tener sus necesidades propias.
El seguro del automóvil no va a dejar de evolucionar, puesto que acompaña las necesidades de movilidad de las personas. Y si de algo podemos estar seguros, es de que asistimos en este momento a profundos cambios en la movilidad de las personas. Unos cambios que se traducirán en un nuevo entorno de la movilidad en el que, como no podía ser otra persona, el seguro del automóvil estará presente.