La biomecánica de impactos

8 de mayo de 2024

Centro Zaragoza lleva muchos años siendo un centro de referencia en el sector de la investigación de los vehículos automóviles. Su parte más visible hasta ahora ha estado relacionada con los daños materiales, reparaciones de vehículos, estudios de impactos y reparabilidad, y centro formativo de referencia a nivel nacional. Pero una de las áreas que tiene una gran repercusión, especialmente en el sector asegurador, es el estudio de las consecuencias de los siniestros sobre los ocupantes de los vehículos, materia a la que Centro Zaragoza lleva ya un tiempo prestando creciente atención.

A todas las aseguradoras nos preocupan muy especialmente los lesionados. Sobre los grandes lesionados llevamos un especial seguimiento con medios especializados. Pero hay un segundo grupo que por su elevada frecuencia y por la dificultad para probar si estamos en presencia de daños reales o de simulaciones nos genera muchos problemas: los siniestros de baja intensidad.

Este pasado año Centro Zaragoza, con el apoyo de la Universidad, ha organizado y celebrado las VII Jornadas de Biomecánica de Impactos. Estas  Jornadas son un punto de encuentro de gran interés y debate para los diferentes intervinientes en el análisis y en la resolución de estos siniestros.

Centro Zaragoza ha desarrollado  la herramienta CZ Bals: permite determinar con un porcentaje de alta fiabilidad, los casos en los que no parece  posible que se produzcan lesiones a los ocupantes de un vehículo.  Además, ofrece un servicio ya muy contrastado de realización de Informes de Biomecánica. El uso combinado de la ingeniería y la medicina es la clave del éxito y el actual fundamento de los mejores y más completos análisis de los impactos de baja intensidad que puede proveer Centro Zaragoza.

A día de hoy, la técnica nos da herramientas para afrontar estos siniestros. Pero malas praxis realizadas en el pasado hacen que, al judicializar muchos de estos siniestros, Su Señoría no confíe en ellas, argumentando no disponer de “adecuados Informes Técnicos”.

Tenemos que seguir trabajando y bien todos los implicados en este tipo de  siniestros para convencer de la bondad de la Ciencia a los Jueces. A mi juicio es posible conseguirlo bajo una triple exigencia. Es preciso que en el sector nos mentalicemos de la importancia de seleccionar con el máximo rigor a los profesionales a los que encomendamos el estudio médico y biomecánico. También creo necesario que el encargo que les hagamos exprese que se fundamenta en la más absoluta objetividad, lo que se busca es un estudio sin sesgo alguno y no una conclusión favorable a quien hace la encomienda. Finalmente, parece igualmente imprescindible valorar con ecuanimidad y realismo en qué casos el rechazo del siniestro sobre la base del estudio realizado tiene visos de ser defendido  en sede judicial. A juicio del Consorcio de Compensación de Seguros y al mío propio, trabajar con Centro Zaragoza en esta materia  es garantía de objetividad, rigor e independencia de criterio. Es nuestro cometido saber transmitirlo a lesionados, abogados y jueces en nuestra praxis diaria.