Revista CZ - page 16

Nº 69 - Julio / Septiembre 2016
Carrocería y pintura
Consideraciones sobre el lijado
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lijar una determinada pintura, para posteriormente
aplicar una segunda, los surcos del lijado de la primera
deberán ser tan pequeños como la segunda pintura
sea capaz de cubrir. Pero si se emplea la granulo-
metría de acabado desde el principio puede ser
excesivamente costoso en tiempo y lijas, por lo que
es necesario comenzar con un abrasivo más basto.
Pero antes de llegar a la lija final, es imprescindible
establecer tantas etapas de lijas intermedias como sea
preciso, de forma que la lija usada no se limite a arran-
car material de las crestas creadas por la anterior y
se cubran los surcos con el material erosionado, ya
que aunque parezca la superficie uniforme al tacto,
la pintura de acabado que se aplique mermará en los
surcos y, por tanto, se verán las marcas del lijado.
y
Los sistemas de lijado se pueden distinguir
según:
-
Lijado en seco o al agua.
-
Lijado manual o a máquina.
y
El lijado al agua sólo se recomienda para
lijados finos (normalmente a partir de P1500) y en
operaciones de eliminación de defectos. Para el resto
de procesos de lijado se recomienda un lijado en seco.
Las únicas ventajas del lijado al agua son que se evita
el embazamiento de la lija y el menor polvo de lijado
que se genera al ser arrastrado con el agua. Pero por
el contrario, los inconvenientes que origina son:
-
Al ser un lijado manual es un proceso más
costoso en tiempo y requiere mayor esfuerzo
físico al operario.
-
Antes de aplicar la siguiente capa de pintura
debe esperarse al completo secado de la super-
ficie.
-
Es necesario limpiar en profundidad la super-
ficie lijada para eliminar por completo los
residuos de lijado, prestando atención en los
huecos y cavidades.
-
El contacto del agua con la chapa metálica
puede crear puntos de oxidación y sobre deter-
minadas pinturas, como la masilla o aparejos
de relleno, generará problemas de absorción,
lo que podrá originar defectos en el proceso
de pintado.
Para obtener el mismo grado de abrasión, un
lijado en seco con P500 equivaldría a un lijado al
agua con P1000-P1200.
y
El lijado manual se recomienda cuando no
pueda emplearse una lijadora, como en zonas de
difícil acceso, bordes, aristas o eliminación de peque-
ños defectos como motas de suciedad. En estos casos
se empleará una lija con tacos (más o menos flexi-
bles) o sin soporte cuando se emplean abrasivos
tridimensionales o esponjas abrasivas. Cuando no se
emplee soporte se recomienda seguir un movimiento
perpendicular a la posición de los dedos que deben
estar juntos para no originar marcas.
y
En el lijado de masilla y aparejos puede emple-
arse la guía de lijado para controlar la correcta
nivelación de la superficie. Se aplica antes de lijar
para visualizar durante el lijado qué zonas faltan por
nivelar.
y
Antes de realizar los trabajos de lijado, se
deberán seleccionar los equipos de protección indivi-
dual necesarios, mascarilla contra polvo, guantes y
gafas, para proteger la salud del operario.
En definitiva, el resultado de un proceso de lijado
dependerá de muchos factores, como del tipo y diseño
de la lija empleada, del tipo de abrasivo, de la granu-
lometría de la lija, de si se realiza al agua o en seco,
a mano o a máquina, de la órbita de la lijadora, de
la presión ejercida, de la velocidad de giro emple-
ada, de la rigidez o flexibilidad del soporte o zapata
sobre la que se apoye la lija, del tipo de pintura lijada,
etc.
C
Lijado a mano.
Lijado al agua.
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