Nuevas normas Euro NCAP
Visión 2030
El automóvil, y todas las tecnologías que forman parte del mismo, están experimentando en los últimos años una evolución acelerada a la que no permanecen ajenos sus sistemas de seguridad. Conscientes de esta cambiante situación Euro NCAP ha ido introduciendo sucesivas mejoras en sus criterios de evaluación de la seguridad de los vehículos. La última propuesta de mejora en sus ensayos se denomina Visión 2030 y en la misma se propone analizar la conducción autónoma y las nuevas formas de movilidad.
Euro NCAP, inicios y evolución del programa
Todos los ciudadanos que viajamos en un vehículo europeo nos hemos beneficiado en gran medida de las mejoras en la seguridad pasiva que Euro NCAP comenzó a impulsar desde mediados de los años noventa. Cuando esta organización presentó sus primeros resultados, en febrero de 1997, la reacción de los fabricantes de automóviles no fue precisamente favorable, ya que consideraron excesivamente exigentes sus criterios de evaluación de la seguridad en caso de choque. En aquel momento consideraban que ningún vehículo sería capaz de obtener las cuatro estrellas que Euro-NCAP otorgaba, como máxima valoración, para un vehículo que protegiera de forma adecuada, según los criterios desarrollados en aquel momento, a sus ocupantes adultos. Las pruebas que se realizaban inicialmente consistían en una serie de colisiones con diferentes configuraciones: frontal contra barrera deformable, lateral con una barrera móvil y lateral contra un poste.
La postura de los fabricantes de automóviles cambió muy pronto, alinearon sus estrategias con el objetivo de fabricar vehículos más seguros y demostraron su enorme capacidad tecnológica, de manera que dedicando gran cantidad de recursos cambiaron radicalmente el paradigma de la seguridad de los vehículos en apenas una década. En los años siguientes Euro NCAP fue añadiendo nuevas configuraciones de choque, como las colisiones contra formas que simulaban el atropello de peatones o la evaluación de la protección de sistemas de retención infantil, y el máximo número de estrellas a conseguir pasó de cuatro a cinco, al tiempo que se endurecieron los criterios de evaluación de la seguridad.
A partir de febrero de 2009 se puso en práctica un nuevo sistema de evaluación, completamente reformulado. A las ya existentes pruebas de protección ante colisiones de pasajeros adultos y niños, así como de protección de peatones en atropellos, se añadieron dos pruebas adicionales: la prueba de choque por alcance posterior, al objeto de evaluar la protección ofrecida por los asientos y sus reposacabezas, y las pruebas en pista para verificar el funcionamiento de diversos sistemas de seguridad activa, principalmente el control electrónico de estabilidad, estimulando así a los fabricantes a mejorar la protección ofrecida por sus vehículos también en lo relativo a la seguridad activa -sistemas que tratan de prevenir que el accidente se produzca-.
Euro NCAP, Visión 2030
El profundo cambio que ahora se plantea está basado en el convencimiento de que existe un enorme potencial de mejora de la seguridad de los vehículos durante la próxima década. El reto que Euro NCAP se plantea con este cambio en su metodología de calificación es adecuarla a un futuro en el que los automóviles puedan ayudar a la tarea de conducción en un alto grado e, incluso, automatizar -partes de- la conducción. A medida que los beneficios potenciales de seguridad de tales tecnologías se vuelven más claros, resulta más evidente que las tecnologías asistidas y automatizadas desempeñarán un papel cada vez más importante en la reducción de los accidentes de tráfico y, por lo tanto, se necesitará un nuevo enfoque para calificar los vehículos, que refleje mejor esa transición de la mitigación de los efectos de los choques a la prevención de los mismos.
El profundo cambio comenzará por abandonar el actual sistema de evaluación de cuatro bloques: ocupantes adultos; ocupantes infantiles; usuarios vulnerables y sistemas de asistencia, y reemplazarlo a partir de 2026 con un nuevo sistema, inspirado en la matriz de Haddon, que identificará las pruebas de acuerdo con las cuatro fases distintivas de un accidente: conducción segura, prevención de colisiones, protección durante el choque y seguridad posterior al choque.
Adicionalmente, los cambios de contenido en el esquema de calificación pretenden mejorar la robustez general de los sistemas de seguridad que incorporan los vehículos y hacer que las pruebas reflejen con mayor precisión situaciones de la vida real. En la evaluación de los sistemas de seguridad pasiva, esto significa un mayor enfoque en la igualdad de género y en el envejecimiento de la población de conductores y ocupantes de automóviles, dado que hasta el momento los vehículos se han diseñado principalmente con maniquíes representativos de un varón medio -percentil 50-. En seguridad activa, las pruebas serán menos idealizadas, simularán entornos de tráfico más realistas y tendrán en cuenta las mejores prácticas en el diseño de interfaces hombre-máquina. La tecnología de monitoreo de conductores y ocupantes no solo facilitará la conducción atenta y abordará la indisposición repentina para la conducción, sino que también podrá permitir otras funciones de seguridad como, por ejemplo, el despliegue más inteligente de sistemas de retención, que se adapte mejor a las diferentes características de los usuarios.
Para cumplir estos objetivos, Euro NCAP también debe innovar en la forma como se realizarán las pruebas. Los ensayos de choque frontal y lateral se mantendrán, y se les añadirá la evaluación del riesgo de lesión cerebral en la prueba de choque frontal contra barrera móvil. Gradualmente se irá intensificando el uso de pruebas virtuales, por ejemplo, para analizar la protección del ocupante alejado de la zona de impacto, en choques laterales, de manera que estas simulaciones complementen a las pruebas de choque en laboratorio y a las pruebas en pista y en carretera. Las pruebas de subsistemas, por ejemplo, utilizando carrocerías en trineo, también podrían proporcionar información adicional sobre el rendimiento de los sistemas de retención en condiciones más variables.
Además de los propios sensores de los automóviles, su seguridad se beneficiará cada vez más de la conectividad del automóvil, a través de la red 5G, con la infraestructura, con otros vehículos, con usuarios vulnerables, etc. Euro NCAP tiene la intención de acomodar todas las formas de conectividad y los diversos estándares de comunicación técnica en la calificación mediante la evaluación de cada función de seguridad de una manera tecnológicamente neutra.
A corto plazo, Euro NCAP promoverá sistemas que mejoren la información del conductor, aumenten la conciencia situacional y adviertan sobre peligros inminentes. También podrá abordar escenarios más avanzados, más complejos y más críticos para la seguridad, por ejemplo, posibles choques que involucren a peatones o ciclistas que se sitúen fuera de la vista de los sensores del automóvil, circunstancias en las que se requiera la acción del vehículo para apoyar al conductor o, en última instancia, su intervención automática.
El reto de Euro NCAP se plantea con el cambio en su metodología de calificación es adecuarla a un futuro en el que lo automóviles puedan ayudar a la tarea de conducción en un alto grado.
La hoja de rescate “Euro Rescue” ofrecerá información en todos los idiomas europeos, mejorando en gran medida la accesibilidad y la facilidad de uso para los equipos de emergencias en toda Europa. Se pretende evaluar, también, el riesgo de incendio y de fuga térmica en los vehículos eléctricos después de una colisión.
La protección de usuarios vulnerables se verá mejorada con nuevas pruebas de choque con formas que analicen mejor el riesgo de lesiones en la cabeza de los ciclistas. También las pruebas de ADAS para evitar atropellos se expandirán, incluyendo nuevos escenarios con peatones, ciclistas y, por primera vez, patinetes eléctricos y motocicletas.
Euro NCAP desarrollará también nuevas pruebas de sistemas ADAS que eviten colisiones entre coches, en cruces y en maniobras de cambio de sentido.
Finalmente, se prevé un gran salto en la evaluación de sistemas que monitorizan el habitáculo de pasajeros, tanto los referidos a la detección de niños pequeños que hubieran quedado accidentalmente olvidados en el interior de los automóviles, como de monitorización de la fatiga o la distracción del conductor, por ejemplo, por el uso del móvil o por enfermedad repentina.
En la tabla siguiente se resumen los diferentes hitos que abordará, con actualizaciones cada tres años, el Plan Visión 2030 de Euro NCAP.