Procesos de trabajo sostenibles en el taller de carrocería

20 de junio de 2023

Cómo contribuir a la sostenibilidad con procesos de trabajo más sostenibles

La preocupación por la sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente es algo que cada día se está implantando de una forma más clara en la sociedad. Este hecho no le es ajeno al taller de reparación,  que tiene la posibilidad de disminuir la huella ecológica que su actividad produce, adoptando procesos de trabajo que favorezcan la reducción de los recursos que utilizan, o de los residuos que generan, contribuyendo con ello a un desarrollo económico global más sostenible.

Se podría identificar como taller sostenible a todo taller que analiza con criterios sostenibles las necesidades precisas para reparar un vehículo siniestrado, que gestiona adecuadamente los residuos generados durante el proceso de reparación, y que dispone de planes de mejora para minimizar el impacto que su actuación produce en el medio ambiente. A este respecto, en el anterior número de nuestra revista poníamos diversos ejemplos de productos y equipos cuyo uso facilitaba al taller de reparación alcanzar sus objetivos vinculados con la sostenibilidad. En este artículo vamos a analizar otros ejemplos relacionados con los procesos de trabajo desarrollados por el taller, cuya implantación les permitiría reducir el impacto que su actividad produce. Veamos, a continuación, sus principales características

Reparación frente de la sustitución

Cuando un vehículo entra en un taller de reparación con una pieza dañada, la primera decisión a la que se enfrenta el técnico reparador es si el daño hace necesario que la pieza afectada tenga que ser sustituida o por el contrario, puede ser reparada.

Desde luego, el primer criterio a tener en cuenta al tomar esta decisión ha de ser el de la calidad que una u otra opción aportará a la reparación del vehículo, pero otro criterio que también debería estar presente en ese momento es analizar el proceso de trabajo a seguir, desde un punto de vista sostenible.

A este respecto se debería tener en cuenta que al reparar una pieza se elimina el coste energético de extraer las materias primas necesarias para la fabricación del repuesto que se utilizaría para sustituirla, de fabricarlo, de almacenarlo y de transportarlo hasta la puerta del taller. Así mismo, si optamos por la reparación, también se deja de generar un nuevo residuo, la piezas sustituida, eliminando el coste energético de transportarla hasta la planta de reciclaje y de su reciclaje (si este es viable).

Así pues, intentar priorizar siempre la reparación frente a la sustitución permitirá eliminar estos procesos, lo que se transforma en reducción de emisiones de CO2, no solamente por parte del taller, sino por parte de toda la cadena de suministro relacionada con el recambio afectado.

Desabollado sin pintado posterior

Cuando una pieza o una carrocería ha resultado dañada con pequeños golpes o abolladuras, y la pintura no ha sido afectada, resulta muy recomendable utilizar técnicas de reparación por medio de varillas, u otros sistemas similares que no dañen la pintura, como alternativa al uso de otras técnicas que pueden ser más agresivas, o que consumen más recursos durante el proceso de reparación.

Así pues estas técnicas, además de favorecer la reparación de las piezas afectadas frente a su sustitución, son sencillas, económicas, eficientes, y sostenibles. En estos casos, y desde la perspectiva de la sostenibilidad, por ejemplo, no se precisa utilizar materiales adicionales como masillas, disolventes o pinturas, con la consiguiente reducción de recursos, y del consumo energético que sería necesario en los procesos de aplicación de los mismos.

Impresión de piezas en impresora 3D

La impresión 3D es una tecnología cuyo uso se está implantando, poco a poco, en algunos sectores. Entre sus ventajas destacan que permite una mayor versatilidad a la hora de generar los repuestos y disponer de ellos en los puntos de reparación de manera más rápida. Además, al imprimir las piezas necesarias se reduce el consumo de material y el desperdicio, ya que la impresión permite imprimir partes más pequeñas, evitando la sustitución de conjuntos completos.

El taller tiene que establecer procedimientos de trabajo que le permitan registrar los residuos que genera, medirlos y establecer planes de reducción de los mismos.

En el sector de la reparación de carrocería estas tecnologías pueden ser especialmente útiles para la fabricación de patillas de faros, soportes o grapas de sujeción, contribuyendo con ello a la recuperación de piezas o elementos más complejos como faros o paragolpes, evitando con ello su sustitución, y el consumo energético asociado a este proceso.

Este tipo de tecnología también puede facilitar la recuperación de piezas de recambio, que por falta de disponibilidad, puede hacer dudosa la viabilidad económica de una reparación, ayudando con ello a que el vehículo se mantenga en servicio, evitando así la generación de residuos que habría que descontaminar y gestionar.

Procedimiento de separación de residuos y registro de los mismo

El taller, de acuerdo con la legislación vigente, debe disponer de zonas acondicionadas, delimitadas e identificadas para el almacenamiento de los residuos tóxicos, peligrosos e inertes, con el fin de evitar la transmisión de contaminación a otros medios. Así mismo, deberá disponer de recipientes adecuados y debidamente etiquetados, y hacer entrega de estos residuos a un gestor legalmente autorizado.

Adicionalmente a esta obligación legal, el taller de carrocería puede contribuir a prevenir la contaminación ambiental haciendo una gestión de los residuos generados conforme a criterios de sostenibilidad, y para ello, es fundamental que establezca procedimientos de trabajo que le permitan registrar los residuos que genera, medirlos y establecer planes de reducción o de reciclaje de los mismos, como estrategia para reducir el impacto ambiental que su actividad causa. Conocer las cantidades y los tipos de residuos que el taller produce en sus procesos de trabajo se constituye en un paso totalmente necesario para conseguir reducirlos.

Proceso de pintando con pinturas de secado eficientes

En el proceso de pintado se puede optar por productos que sequen de una forma más eficiente, con un secado a menor temperatura y/o en un menor tiempo. La utilización de estos productos consigue una disminución del consumo energético del taller, que conlleva a una reducción de la huella de carbono.

La tendencia actual del mercado de pinturas de acabado es hacia este tipo de tecnologías, como las pinturas de secado por radiación ultravioleta o las pinturas denominadas de alta eficiencia o de rápido secado, que secan en tan solo 5-10 minutos a 60ºC, 15-20 minutos a 40ºC, o en menos de una hora mediante secado al aire (20 ºC), frente a los habituales 30-35 minutos a 60ºC. Esto le supone al taller un ahorro energético, por temperatura o tiempo, además de una mayor rapidez en el proceso completo de pintado que redunda en menores tiempos de ciclo.

Proceso de pintado con productos de baja emisión de COV

Los Compuestos Orgánicos Volátiles (COV o VOC de sus siglas en inglés), además de ser nocivos para la salud, son considerados perjudiciales para el medio ambiente, ya que al mezclarse con otros contaminantes atmosféricos como los óxidos de nitrógeno (NOx) y en combinación con la radiación solar, generan ozono a nivel de suelo (troposférico) que favorece a la formación del smog fotoquímico o contaminación del aire; y por otra parte, contribuyen a la destrucción del ozono en la estratosfera, que constituye la principal protección de la tierra frente a la radiación ultravioleta proveniente del sol.

Con el objetivo de limitar las emisiones de los COV por el empleo de determinadas pinturas, barnices y productos para el repintado de vehículos, en Europa se incorporó la Directiva 2004/42/CE, traspuesta en España a través del Real Decreto 227/2006, mediante la cual se establecen los niveles máximos de COV que pueden contener los productos, que en el caso de las pinturas para el repintado de vehículos, se especifican en el Anexo II, tabla B, divididos según tipo de producto en subcategorías de la “a” a la “e”. En las fichas técnicas de los productos de pintura, además de en sus envases, se hace referencia a este límite y se indica el contenido en COV específico del producto listo al uso.

Los productos empleados en el taller de pintura deben cumplir estos límites, pero además, en el mercado hay productos cuyo contenido en VOC es inferior a los límites marcados, lo que contribuye a la reducción de la emisión a la atmósfera de estos contaminantes. Por ejemplo, en la ficha técnica de un aparejo se indica “2004/42/IIB(c)(540)393”, es decir, que el valor límite en VOC para este producto según normativa (categoría: IIB.c) en forma listo al uso es de máximo 540 gramos/litro y su contenido en VOC en forma listo al uso es de máximo 393 gramos/litro. Así pues, la utilización de este aparejo por parte del taller contribuiría a reducir sus emisiones, y por lo tanto, su huella de carbono.

En el mercado hay productos cuyo contenido en VOC es inferior a los límites marcados, lo que contribuye a la reducción de la emisión a la atmósfera de estos contaminantes.

Aparejos con la tonalidad adecuada

El aparejo es la pintura encargada de sellar las capas de fondo y proporcionar una superficie lisa, compacta y uniforme, constituyendo una buena base para la aplicación de la pintura de acabado. En el caso de colores de baja o media cubrición, la aplicación de un aparejo de tonalidad diferente a la recomendada por el fabricante de pintura puede llevar a problemas de igualación de color o al empleo un mayor número de manos de color, que además de suponer un mayor coste en materiales de repintado, implica un aumento de la huella de carbono.

Por lo tanto, en colores de baja-media cubrición debe aplicarse un aparejo tintable, coloreado o en el tono de gris adecuado según el código de color de la pintura de acabado, para conseguir el color final deseado y facilitar la cubrición, empleando la cantidad apropiada de color. Hoy en día, lo más habitual es la utilización de aparejos en dos o tres tonalidades que se pueden mezclar para conseguir una escala de grises, de forma que, en aquellos colores que lo precisen, el fabricante de pintura indicará la tonalidad de aparejo recomendada para su aplicación.

Así pues, como hemos visto en este artículo, implantar criterios de sostenibilidad en la elección de los procesos de trabajo a seguir durante una reparación, y comprometerse con el desarrollo de estos procesos, ayudará al taller de carrocería a ser una organización más racional en su gestión, más confiable, y a posicionarse en su sector como alguien que fomenta una cultura del ahorro y aprovechamiento de los recursos que el planeta pone a nuestra disposición, consiguiendo así ser más sostenible, a la par que más competitivo..

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