La realidad y el futuro a corto plazo de la conducción autónoma

6 de julio de 2023

Aunque la idea del vehículo autónomo tiene ya varias décadas, hace aproximadamente diez años que empezamos a conocer como numerosas empresas tecnológicas se embarcaban en el objetivo de lograr la conducción autónoma total, conjuntamente con los fabricantes de vehículos. Se comenzó a hablar de plazos y objetivos concretos, pero que, hoy en día, parecen inalcanzables. ¿Qué ha ocurrido con esta tecnología? ¿Conocemos realmente el alcance del desafío al que nos enfrentamos?

En anteriores números de esta revista hablábamos de los numerosos proyectos en desarrollo para lograr la conducción autónoma. Con asombrosas cifras de financiación e inversión superiores a los 100.000 millones de dólares, estas empresas no han puesto todavía en el mercado una tecnología accesible y que permita el despliegue de los vehículos con nivel de conducción autónoma nivel 4 o superior con seguridad y una confianza superior a la conducción convencional. Sin embargo, se han logrado grandes avances tanto en la ingeniería del software y las metodologías de cálculo, como en el hardware y los sensores que permiten al vehículo conocer con precisión su posición y reconocer correctamente el entorno.


De los prototipos al mercado


El viaje de los fabricantes y de las empresas de transporte de personas en el desarrollo del coche autónomo ha llegado a una etapa importante. La tecnología actual disponible ya es mucho más madura. Los sensores de última generación, capaces de reconocer el entorno de un modo mucho más preciso, comienzan a estar equipados en los vehículos de serie. El marco regulatorio en las distintas áreas geográficas se va actualizando para poder desplegar los nuevos sistemas en las carreteras y los consumidores comienzan a estar más familiarizados en cómo interactuar con estos sistemas. Todo ello favorece en que, poco a poco, se vayan lanzando al mercado nuevos servicios basados en conducción autónoma a pequeña a escala. Es decir, poco a poco vemos como el número de empresas explorando nuevos casos de uso se incrementa, aunque todavía a pequeña escala y en condiciones muy restringidas.

Si bien, sobre el papel, los consumidores tienen unas pocas opciones para vivir una experiencia de conducción autónoma, es francamente difícil que esto pueda producirse dadas las escasas opciones disponibles.


Servicios de robotaxi


Los llamados robotaxi o taxis que operan totalmente sin conductor son los protagonistas de muchos vídeos virales donde vemos todo el potencial de la tecnología de conducción autónoma. A lo largo de 2022, dos compañías Waymo y Cruise comenzaron a operar con una flota de robotaxis en la ciudad de San Francisco. Estos servicios se llevan a cabo en unas condiciones limitadas. Los vehículos no superan los 48 km/h y sólo pueden circular por unas vías determinadas entre las 22 horas y las 6 horas. Además, el número de vehículos disponibles se reduce a una treintena, dejando pocas posibilidades para que cada ciudadano pueda evaluar las posibilidades de uso.
También en China, compañías como Baidu o Pony AI han realizado grandes progresos con pruebas y servicios reducidos en la ciudad de Beijing, aunque
al parecer bajo la supervisión de un técnico sentado en el asiento del acompañante. Por otro lado, otra importante compañía del sector, AutoX, ha comenzado el pasado año a ofrecer servicios de robotaxi en la ciudad de Shenzen también en condiciones limitadas.


Funciones ADAS con nivel 3 de autonomía. Nueva norma UN-R157


A mediados de 2022, Mercedes Benz lanzó, limitado al mercado alemán, su Drive Pilot System para sus modelos Clase-S y EQS. Se trata de un sistema de mantenimiento de carril de nivel 3 que cumple con los requisitos legales de la norma UN-R157.
Aunque limitado a un único mercado en Europa, es el primer sistema de nivel 3 comercializado a escala. El sistema actúa a velocidades inferiores a 60 km/h en vías con tráfico excluido de peatones, ciclistas y otros entes vulnerables de la vía, en situaciones climáticas favorables y en unas determinadas vías autopistas con mapas HD disponibles. Si las condiciones
lo permiten, el conductor puede activar el sistema y aprovechar para realizar tareas ajenas a la conducción utilizando el cockpit digital del vehículo.
Tareas como son leer e-mails o navegar por internet y realizar compras online. En caso de necesidad, el sistema alerta al conductor de que debe retomar el control con el tiempo necesario antes de que se produzca la pérdida de control.

Camiones autónomos


Es conocido que el sector del transporte por carretera lleva años sufriendo un problema importante por la escasez de chóferes habilitados para conducir camiones. La edad media en el sector es elevada y no hay candidatos preparados para reemplazarlos.
Se trata de un problema de alcance mundial que sufre China, EEUU y Europa en general. La conducción autónoma puede ser un fuerte revulsivo para solucionar este problema consiguiendo un transporte más seguro, con menores costes de transporte y reduciendo las emisiones de CO2. En esta línea, también hemos asistido a grandes avances, como la de la empresa estadounidense TuSimple, que ya en diciembre de 2021 consiguió completar un trayecto de 128 km por carreteras del estado de Arizona sin
ninguna intervención humana.
Sin duda, una de las principales aplicaciones de la tecnología de la conducción autónoma en un mercado que sólo en Europa representa aproximadamente 345 billones de euros y el 3% de todo el PIB europeo.


El futuro a corto plazo


Tras el lanzamiento de los primeros vehículos con funciones de asistencia de nivel 3, es de esperar que nuevas marcas y modelos salgan al mercado con funciones similares para competir con Mercedes Benz.
Probablemente, el mercado alemán sea el pionero en el despliegue de este tipo de funciones, aunque, tanto Reino Unido, como el resto de países europeos, ya están avanzando en la adaptación de su regulación para permitir este tipo de funciones en sus carreteras. Por otro lado, poco a poco se espera pueda incrementar la velocidad de operación de estos sistemas,
llegando incluso a velocidades de crucero de autopista.

En relación con las funciones de conducción autónoma total, nivel 4 o superior, veremos como nuevas empresas, como Uber, entran el mercado. Esto permitirá que el volumen de servicio y la oferta de ciudades que permiten la circulación de robotaxis aumente, si bien, con la tecnología actual no es de esperar una rápida escalada de estos servicios.

En el sector de transporte por carretera, es probable que las compañías especializadas puedan comenzar a operar a pequeña escala y con rutas determinadas en unas condiciones específicas en EEUU con sus servicios de conducción autónoma.
Sin duda, aunque el desarrollo tecnológico llevado a cabo en estos últimos años ha sido considerable, nos enfrentamos a un futuro que, aunque apasionante, no permite una velocidad de entrada en el mercado elevada, pero augura notables avances en la puesta en servicio de la tecnología de conducción autónoma.

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