Estabilizadores: herramienta indispensable para el diagnóstico y la reprogramación
GYS Flash Pro, la solución de GYS para cuidar los vehículos y su electrónica
La electrónica cada vez más compleja de los vehículos ha revolucionado el mundo de las baterías. En 20 años, la batería se ha convertido en el elemento central del vehículo, del cual depende una variedad de accesorios y opciones. En ese contexto, los fabricantes de cargadores de batería, como GYS, han tenido que adaptarse para crear productos tecnológicos que tomen en cuenta la complejidad de la electrónica en el coche.
(Autor: Nicolas Dreyfus, gerente de GYS Ibérica)
Herramienta imprescindible para los talleres
Los estabilizadores – cargadores que mantienen la batería de los vehículos a un voltaje estabilizado – se han vuelto indispensables en un taller para poder hacer diagnóstico, reprogramación o mantener la programación existente.
Cuando se trabaja con el motor apagado y el contacto encendido en un vehículo, los sistemas electrónicos y otros consumidores de energía – como las luces o el cierre eléctrico – extraen gran parte de la energía de la batería. Esa captación energética puede causar problemas, en particular cuando el vehículo está parado pero activo durante largos periodos. Por lo tanto, es esencial mantener una alimentación eléctrica constante.
Un estabilizador mantiene la batería suministrando instantáneamente la corriente necesaria para satisfacer la demanda. De este modo, la batería nunca se descarga y se mantiene en condiciones óptimas.
Esto evita la pérdida de datos y la posibilidad de costosos daños a las unidades de control electrónico durante las tareas de diagnóstico, las actualizaciones de software y la reprogramación de módulos.
La demanda de suministro eléctrico es cada vez mayor, debido a la sofisticación de los vehículos. El profesional debe prestar una atención particular a la hora de elegir la unidad adecuada para mantener la carg
¿Por qué un cargador no basta?
En su estado “encendido pero con el motor apagado”, el vehículo necesita un suministro de tensión constante y seguro, y por seguro se refiere a la seguridad de los sistemas electrónicos del vehículo. Este nivel de tensión suele mantenerse en los 13,5V. Si no se respeta este valor, existe un alto riesgo de que los módulos electrónicos se corrompan y requieran una costosa reparación. Por definición, la función de un cargador de batería normal es aumentar la tensión de la batería, no mantenerla a un nivel constante.
Además, es importante que el vehículo pueda extraer la energía que necesita, cuando la necesita; que puede ser considerable y muy superior a la capacidad de un cargador convencional.
Usar un estabilizador evita la pérdida de datos y la posibilidad de costosos daños a las unidades de control electrónico.
El ordenador de a bordo, el portón trasero eléctrico, etc. pueden consumir de 20 a 50 amperios, ¡mientras que la reprogramación puede requerir hasta 80A! Un cargador correctamente dimensionado para cargar una batería tendrá una corriente de salida máxima de sólo 4-8A y, por lo tanto, no tiene la capacidad para mantener un amperaje constante.
Características
La oferta de estabilizadores es extensa, adecuándose a las variadas demandas de los talleres. Existen modelos con salidas de 30A, 50A, 100A, 120A y más.
Los fabricantes de automóviles son los que determinan los requisitos de voltaje que un estabilizador debe suministrar para el vehículo. Los GYSFLASH PRO de GYS, por ejemplo, pueden suministrar de 12V a 14, 8V, fácilmente ajustables por el usuario, en incrementos de 0,1V.
Algunos estabilizadores sirven también como cargadores de batería. Estos sofisticados equipos son adecuados para cargar todos los tipos de baterías de plomo-ácido, así como la última generación de baterías de litio (LiFePO4) y ofrecen una protección avanzada para la electrónica del vehículo, garantizando su uso seguro durante periodos prolongados.
Conectividad: aumento de las posibilidades
Optar por un estabilizador con tecnología conectada permite tener la posibilidad de enchufar el equipo a diferentes módulos y ampliar sus funciones: teclado para introducir los datos del cliente; lector de código de barras para identificar la batería (si tiene un código de barras adjunto); impresora para informar de los datos de carga de la batería; y hasta actualización del software mediante USB, para cumplir con los requisitos específicos de los fabricantes de vehículos (cambios en una curva de carga, por ejemplo).
Este último punto ha sido de gran interés cuando Tesla lanzó sus baterías de litio 16V, impidiendo los talleres mantenerlas con las herramientas de que disponían. GYS, por su parte, desarrolló una simple actualización gratuita de software que permitió a todos los usuarios de un GYSFLASH PRO conectado actualizar su aparato y usarlo en esas nuevas baterías. Todo disponible desde la web del fabricante.
Otra ventaja de la conectividad es la posibilidad de conectar varios cargadores en paralelo para llegar a una salida de hasta 400A.
La solución de GYS para cuidar los vehículos
Los GYSFLASH PRO de GYS responden a las diversas necesidades de los profesionales del automóvil. Gracias a sus 4 modos de funcionamiento, estos equipos les permiten: cargar baterías; comprobarlas; tener vehículos expuestos en showroom 100% operacionales; realizar un diagnóstico sin fallo y seguro para la electrónica y el operador.
Esta tecnología permite conectar el estabilizador a diferentes módulos y ampliar sus funciones.
La amplia gama cuenta con modelos conectados para un nivel alto de personalización y funciones avanzadas – trazabilidad, conexión de módulos, configuración de las curvas de carga, integración en el proceso industrial, etc. Además, incluye protecciones contra cortocircuitos, sobrecarga y sobrecalentamiento, para proteger la electrónica de a bordo y garantizar la seguridad del técnico.
Optar por un estabilizador GYSFLASH PRO asegura una batería en buen estado y un diagnóstico hecho en las mejores condiciones. Aparte de proporcionar seguridad, satisfacción del cliente y rendimiento a los talleres y concesionarios, GYS tiene la intención de apoyarlos frente a la modernización de los vehículos y nuevas tendencias (chiptuning, etc.).