Consejos de conducción en invierno

12 de enero de 2021

La nieve y el frio están siendo protagonistas. Hemos tenido la oportunidad de apreciar rincones preciosos de España bajo la nieve, pero el invierno conlleva condiciones meteorológicas adversas para la conducción. El hielo, la lluvia y la nieve suponen un factor de riesgo, dado que puede provocar que el conductor pierda el control del vehículo.

Con el objetivo de reducir los riesgos de sufrir un accidente derivado de las condiciones climatológicas adversas, Centro Zaragoza ha preparado unos consejos de conducción en invierno.

Consejos generales de conducción

Es fundamental que ante la llegada de la época invernal tengamos el vehículo a punto y preparado para cualquier imprevisto que pueda suceder.

  • Debemos verificar que nuestro coche se encuentra en las condiciones adecuadas para circular con mal tiempo, concretamente revisando los niveles de líquido anticongelante y de líquido limpiaparabrisas, el buen estado de las escobillas, los niveles de aceite y de líquido de la dirección, así como el funcionamiento del alumbrado y de los frenos. Muy importante comprobar también que los neumáticos ofrecen un dibujo estable en su banda de rodadura y con suficiente profundidad (más de 2 mm en toda la banda) para la evacuación del agua de la lluvia, siendo conscientes de que los neumáticos de verano, que son los más frecuentemente utilizados, no ofrecen un buen agarre, sino todo lo contrario, sobre superficies poco adherentes como la nieve o el hielo.
  • Evitar conducir con gruesas prendas de abrigo, para que el cinturón de seguridad quede bien ceñido a nuestro cuerpo. Sobre firmes deslizantes es más probable tener un percance y el cinturón bien ajustado es el primer sistema de seguridad que puede protegernos.
  • Conducir con suavidad: Tenemos que adecuar la velocidad a las condiciones meteorológicas para circular de forma segura, y tratar de evitar cambios de dirección o volantazos. Si realizamos giros con suavidad es más difícil perder el control de nuestro coche.
  • Mantener distancia de seguridad: Es importante circular con una distancia de seguridad amplia, y adecuarla a la velocidad de marcha con el vehículo que nos precede. En situaciones de climatología adversa la distancia debe aumentar considerablemente, ya que el tiempo que tardaremos en detener el vehículo, sobre nieve o hielo, es mucho mayor que en seco.
  • Uso de cadenas o neumáticos de invierno: Debemos equipar nuestro vehículo con cadenas o neumáticos de invierno cuando circulemos por carreteras de montaña, o vías cubiertas por nieve o hielo. Ante situaciones de riesgo pueden prohibirnos la circulación en caso de no disponer de dichos dispositivos.
  • Iluminación: Favorece nuestra visión así como ser vistos por otros conductores. Recomendamos el uso de las luces antiniebla si el cielo está encapotado, llueve o nieva intensamente, además de, obviamente, si existe niebla.
  • Otro equipamiento: además de los obligatorios chalecos reflectantes, que deberíamos colocarnos por encima del abrigo si tenemos que salir del vehículo, es muy recomendable llevar también una linterna, un par de mantas , un rascador y spray para quitar el hielo de los cristales congelados.
  • Otras recomendaciones: Si vamos a salir de viaje consultar antes el estado de las carreteras y llenar el depósito de combustible. Al aparcar dejar los limpiaparabrisas levantados para evitar que se adhieran al cristal y no poner el freno de mano, para evitar que se congele y quede bloqueado, sino una marcha metida. Utilizar el climatizador o aire acondicionado con aire caliente durante la conducción para evitar que se empañen los cristales por el cambio de temperatura interior/exterior.

Conducción según el tipo de meteorología adversa

  • Con nieve o placas de hielo: Conducir con hielo o nieve es peligroso, en el caso de encontrarte con placas de hielo o nieve en la calzada debes reducir la velocidad, mantener una distancia de seguridad mayor de lo habitual con el vehículo que tengas delante, no hay que aproximarse a los interiores de las curvas para evitar la mayor concentración de hielo, debes procurar conducir entre 1.300 y 2.500 rpm con la marcha más larga posible y no frenes o aceleres bruscamente (con hielo la adherencia se reduce bastante, por lo que se debe mantener la dirección lo más recta posible). Si al frenar el coche sobrevira (gira más de lo que hemos marcado con el volante y se descontrola la parte trasera) tenemos que girar el volante en sentido contrario hasta que le coche se coloque en la dirección correcta. En caso contrario, si en el vehículo subvira la parte delantera, debes desacelerar y girar ligeramente el volante hacia la trayectoria del vehículo. La mayor diferencia entre el hielo y la nieve es que cuando nieva, la visión se reduce considerablemente, así que siempre es recomendable utilizar las luces de cruce y si no fuese suficiente, utilizaremos las luces antiniebla.
  • Con lluvia: Cuando la lluvia comienza tener en cuenta que las primeras gotas, mezcladas con el polvo y la suciedad de la calzada, convierten el firme en deslizante, por lo que hay que conducir con mucha precaución, aumentar la distancia de seguridad entre los vehículos y reducir nuestra velocidad, para evitar que las ruedas patinen si no pueden evacuar todo el agua presente en la calzada (aquaplaning) y también porque en caso de frenada o cambio de trayectoria la adherencia va a ser menor y podríamos deslizar. Evitar tramos inundados y si el agua llega más allá de las rodillas abandonar el vehículo. Ante el efecto aquaplaning (deslizamiento sin control del coche) hay que levantar suavemente el pie del acelerador y sujetar con fuerza el volante, pero nunca frenar.
  • Con niebla: Lo primero que se debe hacer es aumentar la distancia de seguridad, reducir la velocidad, encender las luces antiniebla y circular fijándonos en las líneas de la carretera. Si circulamos con lluvia o niebla no hay que acercarse al vehículo precedente para evitar el “efecto spray” (la lluvia pulverizada y sucia va a parar a tu parabrisas).
  • Con viento: Cuando el viento sopla fuerte debemos aminorar la velocidad del vehículo y sujetar con firmeza el volante. Si estamos adelantando a un vehículo de gran tamaño deberemos estar atentos a un posible empuje lateral del viento al terminar de adelantarlo.

Esperamos que estos consejos hayan sido de utilidad. Si tienes alguna duda o aportación, puedes indicarlo en el apartado “comentario”. ¡Gracias por tu interés y desde Centro Zaragoza te recordamos precaución en la conducción!

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