¿Cómo saber si el coche está listo para los desplazamientos de Semana Santa?
El mantenimiento del vehículo es un factor fundamental ante un parque especialmente envejecido con más de 14 años de media, según Anfac
La Semana Santa es uno de los periodos más complicados en lo que a circulación se refiere, ya que se concentra un elevado número de desplazamientos en un periodo corto de tiempo. Durante la Semana Santa de 2023 se produjeron más de 16,4 millones de desplazamientos de largo recorrido, —siendo la cifra más alta de una operación especial de esta festividad desde que se tienen registros— y se espera que este año sea muy similar. Ante la gran movilidad que se prevé en los próximos días, Norauto , experto en equipamiento y mantenimiento multimarca del automóvil, hace hincapié en la importancia de poner el coche a punto para estos trayectos, sobre todo ante un parque automovilístico español que se caracteriza por su envejecimiento. Hoy por hoy la edad media ya supera los 14 años, según Anfac.
Y es que no hay que olvidar que el factor vehículo es fundamental para garantizar la seguridad en los trayectos y que un coche envejecido cuenta con menos sistemas de ayuda a la conducción y, por ello, su buen estado es todavía más importante. De hecho, según Tráfico, el riesgo de fallecer o resultar herido grave se multiplica por dos al comparar los accidentes ocurridos con vehículos de 10 a 15 años de antigüedad, frente a los siniestros en los que los automóviles tienen menos de 5 años.
Desde la compañía se destaca que, si el conductor ha estado realizando un mantenimiento adecuado del vehículo durante todo el año, es suficiente con una puesta a punto rápida. Sin embargo, si esto no ha sido así, la revisión debe ser en mayor profundidad.
Ante el elevado número de desplazamientos de largo recorrido, los talleres trabajan al 100% durante estos días y, por lo tanto, hay que ser previsor y realizar esta revisión con antelación suficiente.
El coche puede estar listo si supera este chequeo rápido:
1. Neumáticos. En primer lugar, hay que comprobar que no tienen bultos, cortes o deformaciones anómalas. A continuación, revisar el desgaste. Norauto recuerda que la profundidad de dibujo no debe ser inferior a 1,6 mm pero se recomienda cambiar los neumáticos antes de llegar a esto, si están por debajo de los 3 mm, ya que son más propensos a sufrir un reventón. Por último, hay que consultar el inflado y recordar que debe ir en función de la carga.
2. Batería. Si se percibe que al coche le cuesta arrancar, se escucha un chasquido al dar el contacto o hay un descenso de intensidad de las luces de cortesía, es conveniente revisar la batería y/o sustituirla en caso necesario.
3. Niveles de los líquidos. Hay que comprobar si el coche tiene el nivel correcto de aceite, anticongelante (nivel y temperatura), líquido de frenos, limpiaparabrisas y líquido de la dirección asistida. En caso de ser necesario, deben ser rellenados.
4. Frenos. Hay que verificar que no hay ruidos anómalos, que el freno no está blando o esponjoso a la hora de pisar el pedal y que no ha aumentado la distancia de frenado. Para ello hay que comprobar el buen estado de discos y pastillas.
5. Filtro de aceite. Como mínimo, debe cambiarse una vez al año, aunque siempre es recomendable seguir las especificaciones del fabricante y, por lo tanto, es importante comprobar que todo está correcto. También hay que revisar el filtro del habitáculo y el filtro de aire.
6. Luces. Todas deben funcionar a la perfección y no debe estar ninguna fundida. Además, deben estar bien niveladas.
7. El aire acondicionado debe funcionar adecuadamente. Debe revisarse si no enfría lo suficiente o se desprenden malos olores. De forma preventiva, se recomienda la carga de aire cada dos años, dependiendo del uso.
8. Sistemas electrónicos en correcto funcionamiento. Hay que comprobar que no hay ningún testigo encendido en el cuadro de mandos. En este caso, una diagnosis electrónica del vehículo es lo más recomendable, ya que avisa en caso de detectar cualquier fallo en el sistema.
9. Revisar visualmente que el coche no tiene ningún golpe importante que pueda afectar a alguno de los componentes y, sobre todo, a la seguridad. Por supuesto, el vehículo debe ser revisado si se ha visto involucrado en algún accidente de tráfico o ha tenido un golpe reseñable.
10. Poner a prueba el vehículo en circulación. Es importante revisar el coche en profundidad si se detecta:
- Sonidos anómalos. Es cierto que los coches emiten ruido durante la circulación. Sin embargo, si se detecta un sonido que no es el habitual, puede significar que hay algún problema o avería. Según el ruido que se escuche, de cuándo y dónde proceda, puede tener un significado. Por ejemplo, si el ruido se emite al cambiar de marcha, puede ser que los engranajes tengan demasiada holgura o que los cojinetes estén desgastados.
- Colores distintos del humo procedente del tubo de escape: por supuesto, se trata de coches diésel y gasolina. Sin embargo, el color puede dar pistas sobre el tipo de avería. Si el humo es blanco y espeso cuando se arranca, puede indicar que hay una incorrecta puesta a punto del sistema de inyección en el caso de los coches diésel.
- Olores poco comunes, sobre todo aquellos que puedan resultar más químicos. Por ejemplo, si el humo gris que sale del tubo de escape huele a dulce, puede ser que se está quemando el refrigerante
- El coche no reacciona bien. Es decir, sensaciones o comportamientos no frecuentes en el vehículo. Por ejemplo, si el coche da tirones, pierde potencia al acelerar o le cuesta arrancar, entre otros.
Por último, desde Norauto se hace hincapié en la importancia de llevar todo el equipaje correctamente y evitar la sobrecarga del vehículo. Bajo ningún concepto se debe cargar el vehículo en exceso o superar la masa máxima autorizada. El peso afecta a la estabilidad, el coche puede tardar más en frenar y puede interferir en los sistemas de seguridad electrónicos.
Al respecto, Norauto recuerda que la carga no debe sobresalir de la planta del vehículo y que debe ir bien sujeta para que no salga proyectada en caso de frenazo o siniestro. Lo más aconsejable es el uso de elementos de transporte que pueden hacer la tarea más fácil como son remolques, portabicicletas o maleteros de techo.