Seguridad vial
Vehículos autónomos
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Nº 70 - Octubre / Diciembre 2016
como sensor de control primario, sin necesitar que
las cámaras confirmen el reconocimiento de imáge-
nes visuales. El radar ya lo llevaban instalado estos
vehículos desde octubre de 2014, e inicialmente sólo
estaba destinado a ser un sensor adicional al sistema
de procesamiento de las cámaras, pero con esta actua-
lización se multiplicarán por seis los objetos
detectados. Este radar inteligente (sistema LIDAR)
podrá detectar un semáforo o una señal de tráfico,
incluso en condiciones adversas como niebla, lluvia
o polvo. Por otro lado, metales brillantes en color
blanco como el chasis del camión que causó el último
accidente mortal al conductor de un Tesla, podrán
ser identificados y el sistema actuará en consecuen-
cia. Además Tesla va a almacenar colectivamente la
“experiencia” de cada vehículo, de manera que se
procesarán las incidencias de manera conjunta y ello
permitirá hacer el sistema más eficiente.
En España únicamente se pueden utilizar los
vehículos de conducción semi-autónoma para la reali-
zación de pruebas por parte de los fabricantes, en
tramos concretos y con una autorización previa de
la DGT. Todo ello esta regulado en la instrucción 15/V-
113. A continuación se detallan algunos aspectos
relevantes de la misma:
Es un marco legal para pruebas, siendo obliga-
torio que siempre haya uno o varios
conductores a bordo, capaces de hacerse con
el control en caso de ser necesario.
El conductor del vehículo autónomo será en
todo momento el responsable de la conduc-
ción y manejo de dicho vehículo.
El conductor del vehículo autónomo deberá
tener el permiso de conducción en vigor corres-
pondiente a la categoría del vehículo objeto
de la prueba o ensayo (con una antigüedad
mínima de dos años).
Se dará autorización en ámbito nacional, para
circular por las zonas que se soliciten.
Tendrá que disponerse de un certificado para
la realización de las pruebas de conducción
autónoma, emitido por un servicio técnico
acreditado.
El debate está abierto
La conducción autónoma, según diversos
estudios, puede traer consigo una serie de ventajas
tales como menor congestión, mejor aprovechamiento
de las infraestructuras, menores emisiones contami-
nantes, así como un aumento de la Seguridad Vial,
entre otras ventajas.
Los sistemas de conducción semi-autónoma
todavía necesitan la supervisión del conductor,
ya que no son infalibles.
Los vehículos autónomos disponen de una compleja
tecnología basada en radares, sensores, cámaras o siste-
mas de posicionamiento entre otros componentes.