Pilas y baterías más sostenibles

5 de octubre de 2023

La Unión Europea (UE) ha aprobado una nueva legislación sobre unas pilas y baterías más sostenibles ajustadas a la economía circular, en apoyo de la transición energética de la UE y una industria competitiva. Con esta nueva ley el impacto de las baterías de los vehículos eléctricos en el medio ambiente se reducirá.

Desde 2006 las pilas y acumuladores, y los residuos de ambos, están regulados a escala de la UE por la Directiva 2006/66CE sobre pilas y acumuladores. Por lo tanto, se requiere una modernización del marco debido a la evolución de las condiciones socioeconómicas, los avances tecnológicos, los mercados y los usos de las baterías.

El desarrollo de la movilidad eléctrica es un hecho y necesita su propio ecosistema legal. Hasta ahora no se había prestado mucha atención al ciclo de vida de las baterías, lo que permitía cierta discrecionalidad que ahora la Unión Europea quiere limitar.

La Comisión Europea acoge con satisfacción el acuerdo político provisional alcanzado entre el Parlamento Europeo y el Consejo para que todas las baterías comercializadas en la UE sean más sostenibles, circulares y seguras. Este acuerdo se basa en la propuesta de la Comisión Europea de diciembre de 2020 y aborda las cuestiones sociales, económicas y medioambientales relacionadas con todos tipos de baterías. Por primera vez, la legislación regulará todo el ciclo de vida de una pila o batería, desde la producción hasta la reutilización y reciclado, y garantizará que sean seguras, sostenibles y competitivas.

Esta nueva ley es un logro importante en el marco del Pacto Verde Europeo, ya que impulsa tanto la economía circular como los objetivos de contaminación cero de la UE, haciendo para ello que las baterías sean sostenibles, de alto rendimiento y seguras a lo largo de todo su ciclo de vida, desde el momento de obtención de materiales hasta su recogida, reciclado y reutilización. Esto se traduce en baterías producidas con el menor impacto medioambiental posible, utilizando materiales obtenidos con pleno respeto de los derechos humanos y de las normas sociales y ecológicas.

Las baterías deben ser duraderas y seguras y, al final de su vida útil, reutilizarse, remanufacturarse o reciclarse, de forma que los materiales valiosos de los que estaban hechas se reincorporen a la economía.

Nuevas normas sobre producción, reciclado y adaptación de pilas y baterías

La Comisión propone unos requisitos obligatorios para todas las baterías, incluidas baterías industriales, de automóviles, de vehículos eléctricos y portátiles, comercializadas en el mercado de la UE. Dentro de estos requisitos se encuentra el uso de materiales de origen responsable con un empleo restringido de sustancias peligrosas, el contenido mínimo de materiales reciclados, la huella de carbono, el rendimiento, la durabilidad y el etiquetado, así como el cumplimiento de los objetivos de recogida y reciclado.

Con esta nueva ley se pretenden reforzar las normas sobre producción, trazabilidad, reciclado y tratamiento de residuos de las baterías, esto se aplicaría tanto a las baterías diseñadas en Europa como a las importadas.

La Comisión con esta propuesta también pretende impulsar la economía circular de la cadena de valor de las baterías y promover un uso más eficiente de los recursos, con el fin de minimizar el impacto ambiental de éstas últimas. Se promoverá una economía circular regulando las pilas y baterías a lo largo de todo su ciclo de vida. Establecerá requisitos relativos al final de su vida útil, por ejemplo, obligaciones y objetivos en materia de recogida, objetivos de valorización de materiales y una responsabilidad amplia del productor. A partir del 1 de julio de 2024 solo podrán comercializarse las baterías de vehículos eléctricos e industriales recargables que cuenten con una declaración de huella de carbono. Los fabricantes de baterías que quieran vender en Europa deberán informar de la huella de carbono completa del producto, desde la extracción hasta la producción y el reciclaje.

Para cerrar el círculo y mantener los materiales valiosos utilizados en las baterías, durante el mayor tiempo posible en la economía europea, la Comisión propone establecer nuevos requisitos y objetivos sobre el contenido de materiales reciclados y la recogida, el tratamiento y el reciclado de las baterías en la parte final de su vida útil.

Con el objeto de mejorar significativamente la recogida y el reciclado de baterías portátiles, debería ascender el porcentaje actual de recogida del 45 % al 65 % en 2025 y al 70 % en 2030, de forma que la economía no pierda los materiales de las baterías que utilizamos en los hogares. Otras baterías (las industriales, de automóviles o de vehículos eléctricos) deben recogerse íntegramente. Deben reciclarse todas las baterías recogidas y alcanzarse altos niveles de recuperación, en particular de materiales valiosos como el cobalto, el litio, el níquel y el plomo.

El Reglamento propuesto establece un marco que facilitará la reutilización de las baterías de los vehículos eléctricos para que puedan tener una segunda vida, por ejemplo, como sistemas estacionarios de almacenamiento de energía o como parte de la red eléctrica como recurso energético.

Por otro lado, el uso de nuevas tecnologías de la información, como el pasaporte para baterías y el espacio de datos asociado, serán fundamentales para un intercambio de datos seguro, una mayor transparencia en el mercado de las baterías y la trazabilidad de las baterías de gran tamaño, a lo largo de su ciclo de vida. Permitirá a los fabricantes desarrollar productos y servicios innovadores como parte de la doble transición ecológica y digital. Mediante sus nuevas normas sobre la sostenibilidad de las baterías, la Comisión también promoverá a escala mundial la transición ecológica y establecerá un plan de acción para nuevas iniciativas en el marco de su política de productos sostenibles.

Ya que este reglamento tiene por objeto reducir los efectos medioambientales y sociales durante todo el ciclo de vida de la pila o batería, establece estrictas normas de diligencia debida para los operadores, que deben verificar la procedencia de las materias primas utilizadas para las pilas y baterías introducidas en el mercado. En este aspecto se prevé una excepción para las pymes.

El texto, que es todavía provisional, si se formaliza, las nuevas normas que deben cumplir las baterías de los vehículos eléctricos entrarían en vigor en 2024.

La nueva regulación obligará a los fabricantes a declarar las emisiones de dióxido de carbono (CO2) que generan las baterías a lo largo de su ciclo de vida. En 2026 se adoptará un sistema de etiquetado y en 2027 se prohibirá la venta de baterías consideradas como muy contaminantes.

Por otro lado, para favorecer la economía circular, las baterías deberán incluir una cantidad cada vez mayor de metales procedentes de reciclaje: para el año 2031 las cifras serán de un 16% para el cobalto, un 6% para el litio y un 6% para el níquel. La normativa también prevé la obligatoriedad de contar con un certificado que indique esta composición.

Si esta normativa sobre baterías se aprueba, se unirá a lo que indica la normativa Euro 7 sobre baterías de vehículos eléctricos, la cual se centra en su envejecimiento y degradación. Según indica la normativa Euro 7, los fabricantes tendrán que garantizar que la capacidad de la batería de un turismo se mantenga por encima del 80% durante los primeros cinco años de vida o durante los primeros 100.000 kilómetros desde su compra. Este porcentaje de la capacidad mínima de la batería disminuirá al 70% cuando hayan transcurrido ocho años o 160.000 kilómetros Para las furgonetas estos límites se establecerán en el 75% y el 65% respectivamente.

El Reglamento está encaminado a crear una economía circular para el sector de las pilas y baterías y, con este fin, abarca todas las fases del ciclo de vida de las pilas y baterías, desde el diseño hasta el tratamiento de los residuos. El nuevo Reglamento sustituirá a la actual Directiva sobre pilas de 2006 y completará la legislación existente, especialmente en materia de gestión de residuos.

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