Cubrepases de rueda
Certificación de los protectores de pases de rueda
La certificación de piezas de Centro Zaragoza comprende una lista de tipos de piezas de carrocería exteriores de diversa índole, siempre desde la perspectiva de que estos componentes no tengan responsabilidad estructural en la carrocería y que sean demandados por el mercado.
Las piezas más comunes son los paragolpes, capos y aletas delanteras. Sin embargo, este rango de tipos de piezas objeto de certificación se ha ido ampliando con el tiempo, y un tipo de pieza relativamente novedosa que se ha incorporado recientemente es el cubrepase de rueda, que actualmente se encuentra dentro del alcance del recambio Certificado de Centro Zaragoza.
En este artículo se va a describir las características de los cubrepases de rueda, en que consiste su proceso de su certificación y el valor que aporta a la calidad de los mismos.
Los cubrepases de rueda también denominados, protectores de paso de rueda o guardabarros, están situados en el hueco de la rueda y suelen tener forma semicircular.
Los cubrepases de rueda son elementos fabricados en un material flexible, cuyo principal objetivo es proteger a la carrocería, por ejemplo, evitando que la suciedad (arena, barro, piedras, líquidos u otros residuos) que recogen las ruedas del automóvil de la carretera y que la expulsan por la fuerza centrífuga, salpicando en todas direcciones, dañe la carrocería por el impacto de gravillas o piedras, entre otros elementos.
Por lo tanto, es importante que esta suciedad se recoja y se elimine. Esto se hace a través de los protectores que dispone la carrocería, que consisten en los cubrepases. Generalmente están fabricados de un plástico que es resistente a los golpes y a la abrasión. De esta forma la suciedad proyectada resbala o se puede eliminar fácilmente lavando esta zona con agua a presión.
Así mismo, gracias a los cubrepases, se consigue proteger de la corrosión a los pases de rueda de chapa de la carrocería, durante un mayor tiempo.
Con respecto a la certificación de este tipo de piezas, indicar que dentro de los diferentes ensayos e inspecciones que se realizan a la pieza para que permitan comprobar si la pieza objeto de certificación cumple las especificaciones y requerimientos definidos por CENTRO ZARAGOZA, cabe destacar los ensayos de inspección previa, de adaptabilidad y de funcionalidad.
De todos es sabido que la primera impresión es la que queda, y por ello se recomienda siempre causar una buena primera impresión y con el recambio de carrocería sucede lo mismo. Para asegurar que esa primera impresión sea buena, se realiza el ensayo de inspección previa, en el que se incluyen una serie de aspectos que se controlan en este ensayo previo al montaje de la pieza en el vehículo.
En el momento que se recepciona el cubrepase, lo primero que hace el técnico de taller, antes de iniciar el proceso de reparación, es examinarlo para comprobar que corresponde con la marca, modelo y versión del vehículo al que va destinada. Posteriormente, revisa su apariencia estética y ya finalmente, durante el montaje del recambio, podrá detectar otras cualidades importantes, que en algunos casos son detectables a simple vista, y que igualmente pueden influir en la sensación general transmitida por la pieza al técnico reparador.
Así pues, un factor importante que se debe tener en cuenta en una pieza de recambio es el aspecto estético que presente la pieza, para lo cual se realiza este ensayo de inspección previa en el que se valora la apariencia estética de las piezas y se verifica la similitud de forma entre la pieza a certificar y la muestra de recambio original del constructor (OEM).
Se analizan diferentes aspectos como, por ejemplo, que la muestra vaya correctamente identificada, la geometría o forma de la pieza, así como el acabado de la pieza, de la superficie y de los contornos y bordes.
Para poder identificar una pieza es muy importante que vaya correctamente marcada, para de ese modo conocer aspectos como su fabricante, o datos relacionados con su proceso de fabricación, pero también para poder seguir su trazabilidad, en caso de que fuera necesario.
Respecto a la geometría del recambio, propiamente dicho, se controla que las aristas de la pieza no presenten rebabas. Que la pieza disponga de todos los orificios necesarios para el montaje de la propia pieza y de sus accesorios, y que estos sean del diámetro adecuado y estén correctamente situados. El recambio debe presentar todas las patillas y pestañas necesarias para su montaje, asegurando que es válido para todas las versiones del vehículo a las que vaya destinado.
Se verifica la geometría de las zonas interiores, es decir de las zonas no vistas una vez montado el recambio. Se revisa que la pieza no presente arrugas o pliegues que dificulten el montaje o ajuste, incrementado innecesariamente el tiempo de intervención.
Por otro lado, destacar que una de las cualidades más importantes de una pieza de recambio es la facilidad de montaje que presenta. Esta prueba es a la que son sometidas todas las piezas de recambio, ya que su destino final es ser montadas en el vehículo y es ahí donde el técnico reparador detecta todas las posibles irregularidades o desviaciones que pueda presentar la pieza. Este factor se analiza en el ensayo de adaptabilidad, que consiste en el montaje de la pieza en el vehículo para comprobar su correcto ajuste al mismo.
La certificación de los cubrepases como recambio certificado CZ, permite a los fabricantes manifestar que sus piezas disponen de los niveles de calidad adecuados para identificarse como “recambios de calidad equivalente”.
En el ensayo de adaptabilidad se realiza el montaje en el vehículo, por un lado, de la muestra a comprobar, que es el recambio del fabricante que solicita la certificación CZ y, por otro lado, se coloca la muestra de recambio original del constructor (OEM) y se realiza la comparación entre ambas mediciones.
La pieza se monta sobre el vehículo de marca, modelo y versión para el cual va destinada, en su posición correspondiente y junto con los accesorios que pueda incorporar. Por ejemplo, en los cubrepases, los accesorios correspondientes podrían ser spoiler o deflectores que pudiera incorporar y que vayan montados sobre el mismo.
Se efectúan los ajustes necesarios, previstos en el diseño de la pieza, con el objeto de mantener las holguras, paralelismos, alineaciones y enrases de origen, y conseguir la mejor adaptabilidad de la pieza en la carrocería.
Los aspectos que se verifican entre otros son: el tiempo de sustitución, el proceso de trabajo, el posicionado de la pieza y el montaje de accesorios.
El montaje del cubrepase sobre el vehículo es la mejor forma de verificar que la geometría de la pieza es correcta, y que no presenta ninguna desviación que dificulte su montaje.
Respecto al tiempo de sustitución, se cronometra el tiempo empleado en la ejecución total del trabajo de sustitución de la pieza en el vehículo y se realiza siguiendo las recomendaciones de la Organización Internacional de Trabajo. Se le aplican dos factores de corrección, como son el índice de actividad y el índice de fatiga. Se tiene en cuenta el tiempo dado por el constructor del vehículo para la sustitución del recambio y se compara el tiempo de la pieza a ensayar con el de la pieza de referencia. El tiempo medido no debe superar el tiempo dado por el constructor del vehículo.
Todas estas mediciones se completan en diferentes informes en los que se establece si la pieza es apta o no en cada uno de los parámetros analizados, siempre teniendo en cuenta los datos obtenidos en la muestra de referencia.
Otro control que se realiza es el control del material y de funcionalidad de la pieza: El material utilizado para la fabricación de la pieza influye directamente en su comportamiento mecánico y, por tanto, será un factor para considerar. Para ello mediante diferentes ensayos se analizan magnitudes tales como el espesor y la masa de la pieza, o propiedades específicas del material utilizado para su fabricación como su aptitud frente a la deformación plástica, o su resistencia a la temperatura.
Para obtener la certificación estándar Centro Zaragoza, los cubrepases se ven sometidos a los ensayos de inspección previa, adaptabilidad y funcionalidad. Los cubrepases que pasan los diferentes ensayos satisfactoriamente, alcanzan la certificación y son incluidos en la base de datos “Recambio Certificado CZ”, y pueden ir marcados sobre la propia pieza, o en sus embalajes, con la etiqueta “Recambio Certificado CZ”. En definitiva, y como conclusión a lo expuesto se puede afirmar que, a través del sistema de certificación de CENTRO ZARAGOZA, los fabricantes de recambio alternativo de carrocería disponen de un herramienta inmejorable para demostrar los niveles de calidad alcanzados por sus productos y concretamente de los cubrepases de rueda, para los “recambios de calidad equivalente”, como elemento que contribuye el establecimiento de mercados competitivos.