La DGT y las nuevas ayudas a la asistencia a la conducción (ADAS)

11 de marzo de 2022

Hacia un nuevo marco en la conducción y la seguridad vial

(Autor: Susana Gómez. Subdirectora Adjunta de Vehículos en la DGT)

Estamos ya a muy pocos meses de que lleguen al mercado nuevos vehículos con grandes avances en el equipamiento tecnológico para mejorar la movilidad y la seguridad vial de la mano de la aplicación del Reglamento 2019/2144 de la Comisión Europea, conocido como nuevo Reglamento de Seguridad.

A partir de julio de 2022, las nuevas homologaciones de vehículos incorporarán dispositivos ADAS, centrados principalmente en seguridad activa. Destacan entre ellos el asistente de velocidad inteligente (ISA), el sistema avanzado de frenado de emergencia (AEB-VEH) o el sistema de advertencia de somnolencia y pérdida de atención del conductor (DDR-DAD).

Desde julio de 2024 todos los vehículos que se comercialicen deberán contar con los dispositivos mencionados: ISA, AEB-VEH y V.

Aunque bastantes modelos en el mercado ya los ofrecen de serie o como opción, la implantación obligatoria conducirá a que, en pocos años, una parte considerable del parque cuente con unas condiciones de seguridad activa y pasiva mucho mejores. Este empuje de sistemas ADAS desde los fabricantes también servirá para acelerar la implantación de soluciones aftermarket en vehículos en circulación, que podrán actualizarse en materia de seguridad.

Las consecuencias en términos de mejora de la seguridad vial resultan evidentes y contribuirán en el medio plazo a una disminución de los accidentes y de las víctimas, especialmente en el ámbito de los usuarios vulnerables en medio urbano (peatones, ciclistas, motoristas, usuarios de VMP), en donde la DGT está haciendo grandes esfuerzos para reducir el número de víctimas, siendo unos de los ejes fundamentales de la Estrategia de Seguridad Vial 2021 – 2030.

Así, la DGT ha encabezado iniciativas propias y colaborado con ayuntamientos en varios focos para identificar los aspectos de movilidad urbana en los que más pueden aportar estas tecnologías, junto con la realización de análisis para estimar una valoración de los efectos en términos de reducción de accidentes y víctimas.

La DGT, es consciente, desde hace bastante tiempo, de la gran mejora que los ADAS aportan a la seguridad vial.

Ya en 2016, la DGT realizó un completo estudio que dio como resultado el “Informe y Análisis Sobre la Influencia de los Sistemas de Ayuda a la Conducción en la Seguridad Vial y su Aplicación para la Clasificación de Vehículos”. Se realizó una valoración a partir de los accidentes registrados y de los potenciales efectos si todos los vehículos dispusiesen de ADAS como los señalados anteriormente. Los resultados resaltaron la gran capacidad de disminución de accidentes y de víctimas que conllevaría la implantación generalizada de ADAS en el parque de vehículos que podrían evitar o mitigar las consecuencias de cerca de un 57% del total de accidentes con víctimas

Se debe reconocer también el papel de varios ayuntamientos como parte muy activa tanto en el diseño de experiencias de demostración reales de ADAS en el tráfico urbano como en la identificación de problemas concretos de seguridad vial y de las propuestas para su solución.

Un ejemplo destacado es el del Ayuntamiento de Barcelona que, junto con la DGT, ha auspiciado desde 2019 la participación de la ciudad en un proyecto piloto en colaboración público privada con la empresa Mobileye de Intel, denominado Autonomous Ready.  Este proyecto consiste en la implantación de sistemas ADAS en hasta un total de 5.000 vehículos existentes para advertir a los conductores de situaciones de riesgos y comprobar sus resultados. Las cifras de los principales indicadores de seguimiento han sido muy positivas mostrando que, aunque sean ayudas de advertencia al conductor y no de actuación directa sobre el vehículo, se evitaron en la circulación de los cerca de 500 primeros vehículos participantes unos 700 potenciales accidentes con usuarios vulnerables durante los primeros meses de funcionamiento. Podemos augurar que hasta el 80% de los posibles errores humanos que están vinculados con casi el 90% de los accidentes de tráfico.

El proyecto ha contado con la participación de empresas comprometidas con la seguridad vial, como Correos, Calidad Pascual, Aquaservice, Fraikin, Línea Directa, Logista, Seur, Endesa, Ferrovial, Alphabet, Obremo y Carfax, que han aportado desde vehículos comerciales ligeros a autobuses, y ha permitido recoger información de la ciudad, desde datos de movilidad de usuarios vulnerables a la catalogación de zonas de concentración de riesgo en condiciones de circulación muy variadas

La DGT está trabajando con los Ayuntamientos en acciones que derivarán en un impulso a la renovación del parque y en la consecución de una flota segura y sostenible.

Otro ejemplo, de la misma administración, es el decreto municipal de diciembre de 2020 en el que se anuncia la obligatoriedad para los vehículos pesados, de determinadas dimensiones, de disponer, en caso de no tener una adecuada visión directa del conductor sobre su entorno, de sistemas de ayuda a la conducción que mejoren la visión directa o indirecta y/o adviertan al conductor en los ángulos muertos de visión ante la presencia de usuarios vulnerables: peatones, ciclistas, motoristas y usuarios de VMP). La entrada efectiva en vigor de esta medida está pendiente de que en la DGT establezcamos (teniendo en cuenta el parque actual y otras iniciativas como la llevada a cabo en Londres) las condiciones y requisitos de los dispositivos o sistemas necesarios.

Fuente: Bosch, Audi, Volkswagen y Tráfico y Seguridad Vial. D´LIRIOS: Tráfico y Seguridad Vial.

Este último ejemplo muestra claramente cómo, en algunos casos, puede establecerse un grupo o conjunto de ADAS como elemento obligatorio en los vehículos que circulen por un determinado ámbito para lograr una disminución efectiva de las situaciones de riesgo y accidentes. Se sigue así la referencia de algunas de las ADAS del esquema Direct Vision Standard establecidas a finales de 2020 como obligatorias para la circulación de camiones de más de 12 toneladas en una amplia zona de Londres.

La DGT estará también siempre pendiente de una adecuada integración del uso de estas tecnologías en el proceso de conducción, de forma que el conductor sea siempre consciente de que se trata de ayudas o asistencias pero que no le eximen de su plena responsabilidad en la circulación.

Además, la DGT está analizando con el Ayuntamiento de Zaragoza, los mecanismos para favorecer la circulación de las flotas de distribución urbana de mercancías para que dispongan de mayores niveles de seguridad activa por la mayor presencia de ADAS (“flota segura”), ideando medidas tales como la entrada en ZBE, la circulación en un rango horario en carriles reservados, una utilización prioritaria de uso de plazas de carga y descarga o una menor restricción en el acceso a áreas de tráfico regulado.

Tampoco hay que olvidar el papel primordial de la DGT como regulador de algunos mercados incipientes, pero de gran proyección de recorrido, como el de los ADAS aftermarket que consiste en la instalación de dispositivos con funcionalidades ADAS sobre vehículos existentes. El resultado más visible es la realización de la Instrucción 19/V-136 en el que se indica el procedimiento para la designación de Centros de Reconocimiento Tecnológico y para la certificación de sistemas ADAS aftermarket.

Tanto la DGT como los fabricantes, concesionarios, aseguradoras, centros de formación, etc. tendrán que colaborar para dar a conocer a los conductores las funcionalidades y las limitaciones de los ADAS de forma que el efecto final sobre la actividad económica, y la seguridad vial sea el mejor posible.

Lo anterior enlaza con el camino hacia el vehículo completamente autónomo, un recorrido con todavía muchos hitos y condicionantes que aún se vislumbra complejo, y a más largo plazo del que se esperaba inicialmente, pero finalmente factible a partir de una evolución de las actuales ADAS y de nuevos sistemas, algunos todavía por mejorar y validar.

Sea cual sea el escenario de evolución en el que se desarrolle el coche autónomo, la DGT estará siempre atenta para garantizar como compromiso máximo la seguridad vial con el avance hacia la Visión Cero con el objetivo puesto en una reducción del 50% en el número de fallecidos y heridos graves en 2030 y una cifra cero de estos en 2050.

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