Nº 63 - Enero / Marzo 2015
adas, ya que no estaba desarrollada la técnica de la
embutición y las chapas eran deformadas a mano.
Con el paso de los años se fue conociendo y
desarrollando con más profundidad la técnica de
embutición, la utilización de bobinas de chapa que
se pudieran embutir en presas de estampación se fue
ampliando, produciéndose avances espectaculares.
Así pues, a partir de los años 30 las grandes
compañías de construcción de vehículos a motor
adoptan el uso de la chapa de acero para la construc-
ción total del vehículo, iniciando su producción de
forma masiva. Debido por tanto al propio incremento
de la producción como a la demanda del mercado
se mejora tanto el confort de los pasajeros como las
características de conducción de los vehículos.
A partir de este momento el acero se convierte
en el material más empleado en la fabricación de
carrocerías ya que ofrece muchas ventajas sobre otros
materiales:
Abunda en la naturaleza, siendo fácil y barata
su explotación.
El procedimiento de fabricación es relativa-
mente fácil y económico.
Tiene un amplio rango de propiedades mecáni-
cas, variables según el proceso de fabricación,
adecuándose así al uso específico que se le
va a dar.
Gracias a su plasticidad permite obtener
piezas de formas geométricas complicadas.
Las técnicas aplicadas en la reparación de
piezas de acero son sencillas y eficientes.
Es fácil reciclarlo una vez finalizado su uso.
Como consecuencia del amplio número de tipos
de aceros que se utilizan en la fabricación de carro-
cerías de automóviles es necesario clasificarlos en
grupos. El criterio para su clasificación puede ser en
función de su límite elástico, límite de rotura, valores
mecánicos o incluso alargamiento.
En la mayoría de los casos el criterio que se ha
elegido para clasificarlos ha sido en función de su
límite elástico, obteniendo los siguientes grupos:
Aceros Convencionales.
Aceros de Alta Resistencia.
Aceros de Muy Alta Resistencia.
Aceros de Ultra Alta Resistencia.
El acero en las carrocerías
de automóviles
Diego García Lázaro