Factores clave para la igualación del color en el proceso de repintado

19 de noviembre de 2021

Objetivo: la reparación indetectable

En una reparación de carrocería en la que hayan sido sustituidas y/o reparadas distintas piezas, un buen indicio para que el proceso de repintado pueda calificarse como correcto es que no puedan distinguirse las piezas pintadas de las que no lo han sido. Para conseguir esto, además de asegurarse de que los procesos de reparación y pintado dejen las superficies perfectamente niveladas, recuperando su configuración original; la pintura de acabado aplicada, tanto en las piezas reparadas como en las sustituidas, deberá mostrarse indistinguible del resto de las piezas no afectadas. Para esto es fundamental la consecución de una buena igualación del color de la pintura. La preparación o formulación de la pintura, su aplicación y algunos otros factores, son vitales para conseguir este objetivo.

Son varias fases del proceso de pintado las que contribuyen a conseguir una buena igualación del acabado con el resto de las partes no afectadas, y que generalmente denominamos simplemente como “igualación del color”, ya que este es el aspecto fundamental, aunque no el único. En los acabados metalizados y perlados, además de que la formulación del color sea la adecuada, también influye la forma de aplicación de la pintura para conseguir el efecto de acabado final, así como las superficies de fondo sobre las que se apliquen las capas de acabado.

Vamos a repasar esos factores que influyen en la obtención de una buena “igualación del color” durante el proceso de pintado en el taller de reparación. Las fases en las que nos centraremos son las siguientes:

  • Preparación del fondo o aparejo sobre el que se aplica la pintura de acabado.
  • Identificación del color del vehículo.
  • Formulación de la pintura de acabado (mezcla de básicos) y preparación para su uso.
  • Aplicación de la pintura y del barniz.

En el presente artículo desarrollaremos las dos primeras, dejando las dos últimas para una siguiente entrega.

La aplicación de la pintura de acabado sin un buen ajuste de color puede desmerecer todo el trabajo previo de reconformado.

Preparación del fondo o aparejo sobre el que se aplica la pintura de acabado

Aunque se parta de una buena preparación previa; esto es, un buen reconformado de las piezas y una buena aplicación y lijado de los fondos de preparación (masillas y aparejos), una mala aplicación de la pintura de acabado puede arruinar el resultado final. Pero por muy buena que sea la aplicación del acabado, nunca podrá corregir los defectos de la preparación previa. Por ello, para que la pintura de acabado se muestre en todo su esplendor, además de una buena nivelación conseguida con el reconformado de chapa y su posterior ajuste con el enmasillado, debe aplicarse una última capa de aparejo que selle todas las capas previas y proporcione una superficie lisa, compacta y uniforme, sobre la cual la pintura de acabado podrá desarrollar el acabado y brillo final deseado. Además, el color de esta capa de fondo (el aparejo) también influye en el efecto de color conseguido. Aunque se trate de colores lisos o convencionales; es decir, que no sean acabados perlados o metalizados, en ocasiones y por los pigmentos empleados, la capa de pintura de acabado tiene una cierta “transparencia”, y el color final obtenido depende del color del fondo sobre el que se ha aplicado. Si este es el caso, hay que tener en cuenta la información del fabricante de pintura que se esté utilizando, ya que en la información proporcionada para la formulación de la pintura de acabado puede que también nos indique el tono del aparejo que es preciso utilizar; por lo general un tono de gris, más claro, o más oscuro; o un color determinado de aparejo, en función del color del acabado. En ambos casos, el aparejo preciso puede corresponder con un único producto, o bien, puede obtenerse mediante la mezcla en distintas proporciones de dos o más aparejos de distinta tonalidad.


Los aparejos sobre los que se aplican las capas de acabado también tienen influencia en el color que se consigue.

Identificación del color del vehículo

Como cabe esperar, la identificación del color del vehículo es clave en el proceso de “igualación del color”, por ello habrá que poner especial cuidado en todos los pasos seguidos para el desarrollo de esta tarea.

Calibración del espectrofotómetro antes de realizar las lecturas.
La iluminación con lámpara de luz día pe
rmite realizar de forma adecuada la comparación de los colores.

Una vez identificado el código del color disponible en el vehículo, para la verificación de este y/o elección de la variante o alternativa más adecuada mediante la medición del color con el espectrofotómetro, o la más tradicional comparación de las muestras facilitadas por el fabricante de pintura con el vehículo a reparar, han de tenerse presentes las siguientes precauciones:

  • Las zonas del vehículo no dañadas donde se realice la medición del color serán las que están más próximas a la zona a reparar. De esta forma, si existieran repintados previos que pudieran diferir ligeramente en el color inicial, nos aseguramos de aplicar el tono más parecido con la zona adyacente a la reparación, que es donde más interesa obtener la concordancia de colores, ya que es con esta zona adyacente con la que queremos evitar cualquier diferencia de color.

Comparación del color del vehículo con las muestras.

Para tomar una buena lectura del color, o en su caso, realizar una buena identificación visual, es preciso eliminar cualquier otro factor que puede distorsionar la apreciación de este, como es el caso del brillo; es decir, las superficies deben ofrecer el mismo grado de brillo, por ello si el vehículo a reparar presenta cierta degradación o falta de brillo se hace preciso el pulido de al menos la zona sobre la que se realizará la medición del color o la comparación con las muestras.

Los aparejos sobre los que se aplican las capas de acabado también tienen influencia en el color que se consigue.

Si hablamos de comparación del color, este es un fenómeno que no solo depende de las sustancias que estemos comparando, sino que también depende de la luz bajo la que estemos realizado la comparación: una fuente de iluminación que no corresponda a un espectro más o menos plano en todo el espectro de luz visible podrá enmascarar diferencias de tonalidad. Por ello, si se hace una comparación visual, debe realizarse bien bajo la luz del día con suficiente potencia y sin que esta atraviese cristales o vidrios que alteren su color, o bien, si se trata de fuentes artificiales que estas dispongan de emisores de luz cuyo espectro de emisión responda al patrón de “luz día”.

Lectura del color del vehículo a prepintar con el espectrofotómetro.

Con todo lo anterior, cuando se trate de realizar una comparación de los colores mediante apreciación visual y así determinar si hay diferencia entre el color del vehículo y el de las muestras con las que se esté comparando, es necesario tener unos conocimientos básicos de colorimetría que permitan hacer una buena interpretación de las posibles diferencias. Estos conocimientos de colorimetría permiten seleccionar la fórmula de color más adecuada de la que partir según la apreciación del color del vehículo a repintar, o ajustar una la fórmula ya preparada, mediante la adición de pequeñas cantidades de un básico de mezcla que corrija la desviación apreciada. También es necesario disponer de la documentación de colorimetría que proporcionan los fabricantes de pintura. Esta información permite ubicar en un espacio imaginario cada uno de los básicos de mezcla, lo que ayuda a conocer como actuarán cada uno de ellos si los añadimos sobre una mezcla de pintura preparada que se quiere ajustar. Del mismo modo, en el caso de emplear un espectrofotómetro en la medición del color, también será necesario tener los conocimientos necesarios para comprender e interpretar la información proporcionada por el software de la marca de pintura respecto a las gráficas comparativas, índice metamérico, etc.

Respecto del uso de espectrofotómetros, para realizar la identificación de los colores del vehículo mediante la “medición” del color con estos instrumentos, también es preciso tener en cuenta que dado que la “medición” del color que realizan estos aparatos está basada en la lectura de la radiación reflejada por la muestra analizada, la temperatura de la misma puede contribuir a distorsionar la lectura del color; si está demasiado caliente, también reflejará radiación en el espectro del infrarrojo lo que podría alterar las mediciones que efectúen los detectores fotosensibles del instrumento. También es importante recordar que antes de efectuar las mediciones es imprescindible que el instrumento haya sido calibrado, para verificar el correcto funcionamiento.

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