El futuro del taller en la era post COVID

14 de octubre de 2020

El futuro del taller está estrechamente ligado al futuro de la economía del país. Ante la crisis de 2008 hubo algunos pronósticos de que bajarían las ventas de vehículos nuevos al contar los usuarios con menos presupuesto, pero que en cambio se repararía más un parque envejecido. Esta predicción se aseveró incorrecta. Y es que el propietario de un vehículo con menos presupuesto pasa menos por el taller aunque eso implique más riesgo para la seguridad vial. Y es de esperar que, de haber una nueva crisis económica de gran magnitud, esto ocurra de nuevo. Por ello resultan de gran importancia las medidas que se tomen para la reactivación de la economía en general y las ayudas al sector de la reparación más concretamente.

Por otra parte, existen otros factores que afectarán a la evolución del sector, como las recomendaciones del Gobierno, tanto en materia sanitaria como medioambiental, o las preferencias de los usuarios, que no solo tienen en cuenta las nuevas formas de movilidad sino el hecho de que, tras esta crisis sanitaria, el vehículo particular se haya revelado como el medio de transporte más seguro para evitar contagios.

De esta forma, y con tantas variables en la ecuación, no es fácil realizar pronósticos sobre el futuro. Hasta que llegue la era post-Covid, la de verdad, en la que ya no hagan falta mascarillas ni medidas de precaución extraordinarias, los talleres deben aplicar protocolos que garanticen la seguridad tanto de los trabajadores como de los clientes. En ese sentido, en CETRAA hemos estado muy activos desde el comienzo de la crisis sanitaria, aconsejando a nuestros asociados sobre las actuaciones a llevar a cabo a través de una guía preventiva y cartelería informativa. Los talleres, como de costumbre, están sabiendo responder y adaptarse a esta nueva situación, trasladando seguridad y profesionalidad a sus plantillas y clientes.

Por tanto, el futuro de nuestro sector, al igual que el de otros muchos a los que está interconectado, se presenta incierto. Sin embargo, mi mensaje es de tranquilidad y esperanza, ya que somos un colectivo con una gran capacidad de adaptación, tal y como como hemos venido demostrando en los últimos 40 años y por tanto no nos asustan los cambios; al contrario, los convertimos en oportunidades.