Claves para un diseño circular y una gestión sostenible
Garantizar la reparabilidad
Los vehículos han sido, durante mucho tiempo, un referente en términos de reparabilidad. Esto no es una coincidencia, sino el resultado de normativas sólidas y orientadas a la protección del consumidor. Un ejemplo clave es el Motor Vehicle Block Exemption Regulation (Reglamento de Exención por Categorías de Vehículos de Motor), que promueve la libre competencia en el mercado de posventa, garantizando igualdad de condiciones entre fabricantes y empresas independientes. Gracias a esta regulación, los usuarios pueden acceder a servicios de reparación y mantenimiento sin restricciones, favoreciendo la transparencia y la competitividad del sector.
Con los últimos avances y cambios en la tecnología y en el mercado, esta reparabilidad está en declive: informes sobre diseños no desmontables, falta de piezas de repuesto o servicios de reparación, así como dificultades derivadas del aumento de los componentes electrónicos en los vehículos, muestran que la obsolescencia temprana está aumentando en los modelos más recientes.
El 88% de la población europea posee un automóvil en su hogar2. Dado el alto grado de dependencia de los vehículos y su elevado coste, la antigüedad del automóvil es un problema social importante. Los vehículos ”no reparables” ponen en peligro el derecho del consumidor a la reparación, aumentan los costes de mantenimiento y reparación, o incluso obligan a los usuarios a reemplazar prematuramente sus vehículos. El alto coste de las reparaciones ejerce presión financiera sobre las aseguradoras, lo que a su
vez puede llevar a aumentos en las primas para los consumidores a fin de mantener la cobertura y la calidad del servicio.
Los vehículos reparables también son fundamentales para la economía europea. Las agresivas estrategias de competencia de los fabricantes no europeos, que impiden la reparación y reutilización, ponen en riesgo los modelos de negocio de todo el ecosistema del mercado de posventa del automóvil, incluidas las empresas de reparación y mantenimiento y los distribuidores de repuestos.
Asimismo, prolongar la vida útil de los vehículos a través de la reparación y reutilización no solo reduce el consumo de recursos, sino que también contribuye a la autonomía de la Unión Europea en la importación de materias primas críticas. Dado su tamaño y presencia masiva, los vehículos requieren grandes volúmenes de materiales primarios, incluidos aquellos considerados esenciales para la industria. Esto cobra aún más importancia con la actual electrificación de la movilidad, ya que la producción de baterías de vehículos eléctricos requiere grandes volúmenes de estos materiales.
Los vehículos eléctricos de batería (BEV) presentan ventajas significativas en comparación con otros tipos de propulsión, como menores emisiones de gases de efecto invernadero, reducción de contaminantes atmosféricos y mayor eficiencia energética. Mejorar la sostenibilidad de las baterías podría amplificar aún más estos beneficios.
Los autores de este artículo acogen con satisfacción la propuesta de Reglamento sobre requisitos de sostenibilidad en el diseño de vehículos y gestión de vehículos al final de su vida útil y solicitan disposiciones más estrictas sobre reparación y reutilización para fortalecer la libertad de elección del consumidor, el empleo local, las empresas y la autonomía estratégica europea, así como para garantizar el cumplimiento de la jerarquía de residuos y reducir la presión ambiental. En particular, dada su importancia en términos de costes, uso de materiales y funcionalidad del vehículo, el reglamento también debe garantizar la reparabilidad de las baterías de los vehículos eléctricos.
Garantizar la reparabilidad de las baterías de los vehículos eléctricos
La batería representa una parte considerable de la huella material de los BEVs, así como de su coste económico, ya que supone entre el 30 y el 40% del valor del vehículo6. Las prácticas de diseño que impiden la reparación de las baterías de los vehículos eléctricos no solo provocan un consumo innecesariamente elevado de recursos, sino que también generan costes adicionales para los consumidores y perjudican a sectores como el asegurador o el de la posventa.
Si bien la mayoría de los fabricantes europeos aún permiten el desmontaje y la sustitución de los módulos de la batería, la presión ejercida por los fabricantes no europeos podría poner en peligro esta práctica. Por ejemplo, el uso de resinas y materiales térmicos en la batería sella los módulos y evita su sustitución en caso de fallo7. El actual Reglamento de Baterías de la UE no aborda estas cuestiones. Por lo tanto, es necesario modificar la regulación para llenar estos vacíos.
- El artículo 7.2 no solo debe exigir la facilidad de sustitución, sino también la reparabilidad de las baterías de los vehículos eléctricos para evitar la sustitución completa de unidades, lo que conlleva mayores costes de reparación e impacto ambiental.
- El plazo de implementación del artículo 7.2 debe reducirse de 72 a 36 meses.
Diseño reparable y acceso a piezas de repuesto
La Unión Europea puede mejorar la durabilidad y reparabilidad de los productos, como lo ha demostrado con la Directiva de Ecodiseño y el Reglamento europeo sobre teléfonos inteligentes y otros dispositivos eléctricos y electrónicos.
- Es necesaria la disponibilidad de piezas de repuesto para la reparación. Los fabricantes europeos suelen garantizar la disponibilidad de piezas durante un mínimo de 10 años. Sin embargo, algunos fabricantes no europeos descuidan el servicio posventa, imponen plazos de entrega muy largos o incluso no suministran repuestos. Dado que actualmente no existe un requisito regulador para fabricantes, importadores o representantes autorizados que los obligue a suministrar piezas de repuesto, debe introducirse una norma mínima para evitar que estas prácticas se generalicen en el mercado europeo.
- Ciertas prácticas de diseño dificultan la reparación y reutilización de piezas a precios asequibles y en tiempos razonables. Por ejemplo, el uso del giga-casting, que sustituye cientos de piezas por una sola pieza sellada, impide la reparación y reutilización de componentes esenciales.
- Se debe garantizar la disponibilidad de repuestos. Las piezas diseñadas para ser sustituidas y desmontadas deben estar disponibles a precios justos y equitativos desde el inicio de la comercialización del vehículo y por un período mínimo de 20 años tras su retirada del mercado.
Acceso a actualizaciones de software
A medida que los vehículos se vuelven más conectados, su dependencia de los sistemas operativos aumenta. Esto genera el riesgo de obsolescencia de software: si se suspenden las actualizaciones, la vida útil de los vehículos podría reducirse drásticamente, aunque el hardware siga siendo funcional.
- Las actualizaciones de software deben garantizarse por un mínimo de 20 años, desde la comercialización del vehículo hasta 20 años después de su retirada del mercado. A modo de comparación, el Reglamento de diseño ecológico (UE) 2023/1670 establece que la obligación de mantenimiento del software de los teléfonos inteligentes, cuya vida útil media es de cuatro años8, es de cinco años como mínimo.
Eliminar las barreras a la reparación independiente
Prácticas como el part pairing (vinculación forzosa de piezas mediante software) están dificultando cada vez más la reparación de vehículos fuera de los canales oficiales. Este tipo de restricciones permite a los fabricantes monopolizar tanto las reparaciones como la distribución de repuestos, elevando los costes de mantenimiento y fomentando la obsolescencia prematura.
Garantizar un acceso equitativo a la reparación es clave para la competitividad del mercado y la sostenibilidad del sector.
- Se debe prohibir cualquier técnica contractual, de hardware o software que impida la reparación independiente.
- Se deben poder desvincular piezas del número VIN del vehículo para reutilizarlas en otro vehículo.
Acceso a la información para operadores independientes y consumidores
El acceso no discriminatorio a la información es clave para un mercado de posventa competitivo. La información necesaria para el desmontaje, reutilización y reparación de piezas debe estar disponible para los operadores independientes.
- El artículo 11 debe garantizar el acceso gratuito a la información de reparación y reutilización desde la comercialización del vehículo y durante al menos los próximos 20 años tras su retirada del mercado.
- Se debería introducir un índice de reparabilidad para los BEV10 para ayudar a los consumidores y fomentar mejoras en los fabricantes. Sin embargo, este no debe sustituir requisitos estrictos sobre diseño y repuestos. Para ser útil, debe diferenciar claramente los productos con más margen de reparabilidad y no limitarse a reflejar el cumplimiento mínimo de la ley.
