Revista CZ - page 6

Nº 71 - Enero / Marzo 2017
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urante la conducción es fácil que salten
pequeñas piedras que golpean el parabrisas de
nuestro vehículo causando pequeños daños que se
pueden considerar estéticos por su magnitud, pero que
realmente pueden afectar a la visión del conductor
o pasajeros. Además, es habitual que el usuario decida
no sustituir la luna al tratarse de pequeños daños,
corriendo el riesgo de que en cualquier momento estos
aumenten de tamaño y se produzca la rotura total de
la luna, disminuyendo así las condiciones de seguri-
dad durante la conducción.
Para evitar esta situación, existe la opción de la
reparación de este tipo de daños en las lunas lamina-
das, bajo varias consideraciones que se expondrán a
lo largo de este artículo.
¿En qué consiste la reparación?
La reparación de lunas laminadas consiste en
extraer el aire introducido en el hueco abierto en el
vidrio por la rotura, e introducir en su lugar una resina
de relleno con las propiedades mecánicas y ópticas
adecuadas que permitan recuperar las prestaciones
técnicas de la luna.
Para extraer el aire e introducir la resina en el
hueco se utilizan unos pequeños equipos llamados
inyectores que sirven tanto para succionar el aire intro-
ducido como para inyectar la resina. Durante este
proceso, a medida que va entrando la resina en el
hueco, se va reduciendo la visión del daño.
La forma, el tamaño y la limpieza del daño van
a influir notablemente en el acabado de la repara-
ción. A mayor número de fisuras en el daño y cuanto
más estrechas sean éstas, más complicado resulta intro-
ducir la resina en los huecos. Respecto a la suciedad
que pueda existir en el interior del daño, ésta también
afectará al resultado estético final, por ello, una acción
recomendable tras producirse un daño en la luna es
tapar inmediatamente el punto de impacto con
una lámina de plástico para evitar la entrada de sucie-
dad hasta el momento en el que se produzca la
reparación.
Respecto a las prestaciones técnicas del vidrio
una vez reparado, las resinas utilizadas disponen de
las características adecuadas para no disminuir la
seguridad en la conducción.
Tipos de daños
La forma es un aspecto, ya comentado, que
también puede influir en el acabado de la reparación.
La estrechez de las fisuras o grietas dificultan la entrada
de la resina de relleno, al contrario que los daños con
huecos interiores más abiertos.
D
Lunas laminadas y su
reparación
Los pequeños daños ocasionados en las lunas laminadas por impactos de piedras
o granizo ocurren con relativa frecuencia. Según el tipo de daño y la zona en la
que se produce la rotura de la luna, es posible realizar una reparación frente a la
opción de la sustitución. Los pequeños daños pueden restituirse con un óptimo
resultado obteniéndose una reducción del coste, del tiempo de inmovilización del
vehículo y evitando una operación más compleja como la sustitución.
La reparación de las lunas del vehículo frente a su sustitución es
una opción cada vez más considerada y utilizada por los clientes.
Mª Concepción Pérez García
Carrocería y pintura
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