Realizar una revisión de los filtros, antes de la llegada del invierno, puede ahorrarte dinero y sustos

2 de diciembre de 2020

  • Preparar los filtros del coche para la llegada del invierno nos ayudará a ahorrar combustible y disminuir el desgaste prematuro y otros daños en el motor.
  • Un filtro de habitáculo en buen estado, además de proteger a los pasajeros frente a la contaminación del exterior evita la pérdida de visibilidad del conductor.

Aunque según la AEMET enero es el mes más frío del año, las heladas ya han empezado a producirse en muchos puntos de la península. Para miles de conductores, se acerca una época en la que coger el coche cada mañana para ir al trabajo o para llevar a los niños al colegio va a suponer una situación crítica, más aún para los que no les queda otra que aparcar en la calle. ¿Arrancará el coche a la primera?, ¿Funcionará bien la calefacción?, ¿Cuánto tardaré en desempañar los cristales?, ¿Cuánto tendré que esperar para que se “caliente” el coche y salir?…

Y es que el frío incide directamente en el uso del coche y en su estado de conservación. La presión de los neumáticos, las correas, los manguitos del motor, las piezas de goma o los limpiaparabrisas pierden efectividad por debajo de 10ºC. Estos son  algunos de los componentes que se deben revisar antes de la llegada del invierno, pero no serán los únicos. Los coches tienen cuatro filtros, de aire, de aceite, de habitáculo y de combustible y el correcto funcionamiento de cada uno de ellos nos evitará muchos sustos y gastos durante los próximos meses.

Filtros de aire

Durante los meses más cálidos del año en los que acumulamos muchos kilómetros en carretera a altas temperaturas, también acumulamos polvo, polen, arena, hollín, etc, en las principales entradas de aire al coche. Revisar el filtro del aire después de esta época y antes de que lleguen las heladas más frías, nos ayudará a reducir el consumo de combustible y de aceite.

Cuando más limpio está el filtro de aire, mejor combustión tendremos y, por tanto, más reduciremos el consumo excesivo de combustible. Además, esto nos permitirá cumplir con la normativa vigente de emisiones contaminantes.

Filtros de aceite

El aceite se ocupa de la lubricación y refrigeración del motor, reduciendo su rozamiento interno e interviniendo indirectamente en el mantenimiento de su temperatura, entre otras muchas funciones.

Durante las épocas más frías del año se eleva la problemática de los “arranques en frío” que son los momentos más críticos que afectan al desgaste prematuro del motor. En un arranque en frío en invierno, el aceite se vuelve más viscoso y, por tanto, le va a costar más esfuerzo atravesar el medio filtrante donde se tienen que quedar retenidas las partículas nocivas. Si a esto le añadimos un filtro al final de tu vida útil con mucha cantidad de suciedad acumulada, aumentará la dificultad del aceite para atravesarlo, y con ello las probabilidades de sufrir un desgaste prematuro del motor.

Filtros de combustible

Con la llegada de las bajas temperaturas, surge el riesgo de gelificación del diésel. Por debajo del llamado límite de temperatura de filtrabilidad situado en -7º, se forman cristales de parafina en el combustible que se aglomeran y puede bloquear el filtro de combustible, produciendo problemas en la potencia del motor, problemas de arranque o incluso un fallo en el motor.

Para evitar que estas partículas lleguen al combustible y dañen el motor, es recomendable comenzar el invierno con un filtro en perfectas condiciones para que la dificultad de filtración no se vea incrementada por un filtro que esté al final de su vida útil y se encuentre al límite de su capacidad de filtración.