¿El avance del vehículo eléctrico se verá afectado por la COVID-19?

13 de noviembre de 2020

El SARS-CoV-2 ha bloqueado el mundo y ha mantenido a los mercados en espera. En concreto, el sector del transporte se ha visto afectado por la caída de ventas de vehículos, por la disminución del transporte público y por el cierre de fábricas de componentes auxiliares del automóvil que perjudican la cadena de suministro de los fabricantes de automóviles. Existe un alto grado de incertidumbre en torno a la COVID-19 y cómo evolucionará la pandemia en los próximos meses. Varios estudios han analizado el posible impacto que tendrá la COVID-19 sobre las ventas de vehículos eléctricos de pasajeros. La firma estadounidense BloombergNEF (BNEF) dibuja un horizonte optimista en lo que respecta al avance de la electrificación, una vez superada o controlada la pandemia del COVID-19.

En la situación de incertidumbre que nos encontramos por las consecuencias que la actual crisis sanitaria y por subsiguiente económica, por no saber cómo ha influido o va a influir la pandemia que hemos experimentado sobre la economía y sobre la actividad empresarial del mundo, se ha mostrado también la preocupación por las consecuencias que podría tener sobre el desarrollo de la movilidad eléctrica a medio y a largo plazo.

La empresa estadounidense BloombergNF ha analizado el posible impacto que tendría el COVID-19 sobre las ventas de vehículos eléctricos de pasajeros, analizando tres posibles escenarios: escenario 1 que es el más optimista, escenario 2 un poco menos optimista y escenario 3 el más pesimista.

En el escenario 1 se supone que las ventas globales de vehículo eléctrico van a aumentar durante el año 2020, aproximadamente un 3%. En este escenario, el mercado se recuperaría rápidamente impulsado por una fuerte respuesta política y una creciente demanda de nuevos modelos de vehículo eléctrico. Por lo tanto, en este caso el COVID-19 tendría un impacto muy limitado sobre las ventas de vehículos eléctricos más allá del año 2020, y las ventas de vehículos eléctricos alcanzarían los 6,1 millones en 2023.

En el escenario 2, las ventas globales de vehículo eléctrico en el año 2020 caen un 18% en comparación con el año anterior. Este escenario supone una recuperación en forma de V, con ventas de vehículo eléctrico que se recuperarían pasando de 2,6 millones en el año 2021 a 4,0 millones en el año 2022.

En el escenario 3, los brotes prolongados del SARS-Cov-2 se extenderán hasta el año 2022 y por lo tanto el crecimiento del PIB y del empleo tardarían en recuperarse. Las ventas de vehículos eléctricos continuarían cayendo en el año 2021, mientras los fabricantes de automóviles retrasarían los lanzamientos de vehículos. El mercado comenzaría a crecer nuevamente en 2022 y alcanzaría los 3,3 millones en el año 2023.

Un fuerte apoyo político, medidas de estímulo, ambiciosos objetivos de electrificación de la flota y el compromiso de los fabricantes de automóviles locales, llevan a Europa, China y Corea del Sur a la situación mejor de los tres escenarios.

Teniendo en cuenta el escenario 2, como se ha señalado, según las previsiones las ventas de vehículos eléctricos descenderían un 18% en el 2020, para situarse en 1,7 millones de vehículos en todo el mundo. No obstante, la venta de los vehículos de combustión caería con más fuerza, hasta alcanzar el 23%.

Si las últimas previsiones para vehículos eléctricos realizadas por Bloomberg se cumplen, cuando termine 2020 habrá menos coches eléctricos que a finales de 2019, ya que se habrán vendido 1,7 millones de unidades en todo el mundo. La cifra muestra como el Covid-19 ha afectado al volumen de ventas ya que los pronósticos iniciales antes de la pandemia hablaban de 2,1 millones.

“2025, será la fecha clave para la generalización del vehículo eléctrico”

Sin embargo, como se ha indicado se espera que las consecuencias del SARS-CoV-2 sobre las ventas de automóviles convencionales sean aún más dramáticas, con una caída del 23% en las ventas globales este año, lo que lleva a que la penetración en el mercado de los vehículos eléctricos aumente al igual que la energía renovable ha ganado terreno sobre la energía de los combustibles fósiles, durante una pandemia que ha visto caer la demanda de electricidad.

BloombergNEF espera que las ventas de vehículos convencionales de combustión interna aumenten a corto plazo después de la pandemia del Covid-19, pero se espera que los vehículos eléctricos continúen ganando terreno a más largo plazo. El último informe anual “Long-Term Electric Vehicle Outlook”, publicado por BNEF, indica que los eléctricos representarán el 58% de las ventas mundiales de coches nuevos en el año 2040, así como el 31% de toda la flota automovilística. También supondrán el 67% de todos los autobuses municipales, más del 47% de los vehículos de dos ruedas -excluidas las bicicletas eléctricas- y el 24% de los comerciales ligeros.

Es decir, a partir del año que viene el crecimiento de ventas de los vehículos eléctricos será constante, de modo que en el año 2025 se venderán 8,5 millones de coches eléctricos y en 2040 se superarán los 54 millones de enchufables vendidos al año. Siendo la cuota de penetración de los vehículos eléctricos de un 2,7% en 2020 y del 10% en 2025. Mientras que en el año 2040 llegará al 58%.

El estudio indica que en el año 2022 habrá en el mercado un total de 50 modelos de coches eléctricos de diferentes fabricantes, de modo que se amplían las opciones disponibles de elección de vehículo eléctrico.

En el informe también se muestra otro dato interesante, el cálculo de los kilómetros que se recorrerán con vehículos eléctricos de movilidad compartida que en el año 2040 representará el 16% del total de km recorridos en carretera.

Desde BNEF indican que la perspectiva a largo plazo no ha cambiado, pero el mercado sufrirá baches durante los próximos tres años. En general, la consultora augura que las ventas de todo tipo de vehículos de pasajeros dejarán de crecer a partir de 2036 como consecuencia de los cambios demográficos mundiales, la mayor concentración de la población en ciudades y el auge de la movilidad compartida, lo que haría posible la paradoja de que el parque global continúe aumentando.

Durante los meses de marzo y abril, la industria automovilística ha visto su actividad casi paralizada por la expansión del SARS-CoV-2. Lo que ha supuesto una reducción del volumen de ventas en el sector, que en el mes de marzo ha sido del 47%, mientras que en abril ha superado el 80% con respecto al mismo período de 2019.

Ni las previsiones más optimistas creen posible una recuperación total, a pesar de que tanto a nivel europeo como nacional se plantean diferentes opciones para incentivar las ventas de vehículos en general y la venta de vehículos eléctricos en particular.

El Gobierno ha aprobado un plan de 250 millones que, sumados a la aportación de las marcas, permiten ahorrarnos entre 800 y 5.500 euros en la compra de un automóvil de cualquier tecnología, siendo mayor el ahorro cuanto menos contaminante sea el vehículo”.

Incentivos para la venta de vehículos eléctricos: Plan MOVES

El gobierno ha presentado un Plan de recuperación para el sector de la automoción y movilidad dotado de 3.750 millones de euros (repartidos entre el año 2020 y 2021). Este Plan va a contribuir a paliar los efectos adversos del COVID-19 sobre el sector de la automoción).

Una de las principales actuaciones de este Plan es la renovación del parque de vehículos para sustituir vehículos antiguos y contaminantes por vehículos más limpios.

Dentro de estas medidas, en el campo de los vehículos eléctricos, se encuentra una nueva edición del Plan MOVES II, que posee una cuantía mucho más elevada que en la edición anterior ya que estará dotado de 100 millones de euros

Por otro lado, el Programa de Renovación del Parque (Plan Renove 2020), dotado de 250 millones de euros, no compatible con el Plan MOVES II, tiene como objetivo incentivar la sustitución de vehículos contaminantes. Para percibir la ayuda es obligatorio achatarrar un vehículo de más diez años de antigüedad. Las ayudas estarán disponibles para particulares, autónomos, Pymes y grandes empresas y oscilarán entre los 4.000 y 300 euros, dependiendo de la etiqueta del vehículo. Además, estas ayudas aumentarán 500 euros en el caso de disponer una renta determinada, movilidad reducida o cuando el coche a achatarrar tenga más de 20 años.

El objetivo es renovar el parque móvil, reactivar un sector muy afectado por la crisis del coronavirus y beneficiar más a los compradores que apuesten por energías limpias.

El Gobierno también pretende impulsar la ampliación de la infraestructura de recarga para llegar a los 50.000 puntos de recarga en el año 2023, una cifra bastante ambiciosa ya que actualmente hay unos 6.000 puntos de recarga aproximadamente. Además, otras medidas se basarán en el incentivo fiscal para empresas del sector de la movilidad eléctrica, así como una actualización del etiquetado de la DGT.

Más allá del impacto inmediato que ha tenido sobre la salud, la pandemia COVID-19 está causando un gran impacto en la economía global. Las ventas de los automóviles eléctricos, un elemento clave de la transición a una energía más limpia, se están viendo afectadas. Pero, a pesar de la crisis, sus ventas podrían alcanzar una participación récord en el mercado general de automóviles este año. La crisis desencadenada por el SARS-CoV-2 ha generado la preocupación de que la crisis económica podría llevar a los gobiernos a relajar el apoyo para la transición hacia el vehículo eléctrico. No obstante, ha ocurrido todo lo contrario, ya que la política adoptada por los distintos gobiernos va encaminada a acelerar la transición hacia el vehículo eléctrico.

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