Revista 82 CZ

Nº 82 - Octubre / Diciembre 2019 www.centro-zaragoza.com golpear la deformación con herramientas manuales como martillos o palancas; la operativa se basa en golpear la zona convexa con martillo y por la zona cóncava se sitúa el tas o sufridera como apoyo marcando la línea de base. La habilidad y experiencia del chapista es primor- dial para recuperar la forma de la chapa de forma eficiente y conseguir un buen acabado en el que la aplicación de masilla sea mínima. Deformaciones complejas pueden requerir la labor de chapistas con una alta experiencia o destreza. Como herramientas de golpeo se utilizan diferen- tes tipos de martillos, cucharas o palancas y como herramientas de apoyo los tases o sufrideras. Todos ellos con diferentes formas para ajustarse mejor al tipo de golpeo y forma de la superficie trabajada. Disponer de un juego diverso de herramientas facilita y reduce el tiempo de trabajo del chapista. Es importante la elección adecuada de los martillos y los tases de acuerdo a la curvatura de la chapa que debe traba- jarse. Un trabajado excesivo de la zona dañada puede complicar la reparación y crear irregularidades y nuevos desperfectos en la superficie. La habilidad y precisión del operario junto con la herramienta adecuada permite obtener reparaciones de calidad.

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